Menisco interarticular

Como la superficie maxilar es muy convexa y la superficie temporal es a la vez cóncava y convexa, las dos superficies no se corresponden. La concordancia se establece por la interposición de un menisco interarticular. Este menisco es de forma elíptica y tiene su eje mayor dirigido transversalmente, estando orientado de manera que una de sus caras mira hacia arriba y adelante y la otra hacia abajo y atrás.

La primera, en relación con el cóndilo temporal, es cóncava en su parte anterior y convexa en su parte posterior. La segunda, en relación con el cóndilo maxilar, es cóncava en toda su extensión. De los dos bordes del menisco, el posterior es siempre más grueso que el anterior.

De sus dos extremos, el interno y el externo se doblan ligeramente hacia abajo y se fijan, por medio de delgados fascículos fibrosos a los extremos correspondientes del cóndilo. De esta disposición resulta que, al efectuarse los movimientos, el menisco acompaña siempre al cóndilo.