Educación en comunidad

La educación en comunidad desbordada los limites de la escuela para asentarse en todo espacio popular de organización, de reunión, de estudio de algún tema. Es un proceso dinámico y participativo donde tienen cabida las diferentes esferas de las realidades humanas y sociales.

La educación no puede considerarse por sí sola como palanca para transformar la sociedad. Los logros en la erradicación de la pobreza en el siglo XX, con base en la educación, muestran que el éxito no ha sido posible del todo. Debe plantearse entonces no obstaculizar el cambio social y ver el modo de contribuir a crear seres humanos libres, autónomo, capaces, comprometidos y responsables.

La educación en comunidad desborda los límites de la escuela para asentarse en todo espacio popular de organización, de reunión, de estudio de algún tema. Es un proceso dinámico participativo donde tienen cabida las diferentes esferas de las realidades humanas y sociales. Persigue la participación de todos los sectores sociales buscando que contribuyan a elevar el desarrollo integral de las personas en la construcción de una sociedad multicultural, tolerante e igualitaria.

Está orientada al compromiso y a la acción trasformadora, y posee un fuerte componente autocrítico ante las propias posiciones, hábitos y valores; trata de relacionar con la formación de las personas los conceptos de unidad, coherencia, contradicción, continuidad, cambio, desarrollo, paz y conflicto.

Este tipo de educación surge por los años sesenta entre los grupos de base y las luchas sociales. Prácticas dispersas se presentan en toda América Latina antes de que la aportación del gran educador Paulo Freire consolide su concepción y el método. Nace ligada a la alfabetización, a la liberación de la palabra, a las reivindicaciones sociales.

La educación comunitaria entrega a cada ciudadano los elementos indispensables para comprender su sociedad y actuar en ella, para cambiar en la misma medida que lo hace el mundo buscando sobre todo una anticipación del porvenir. La educación es por tanto un factor decisivo para la formación de los jóvenes, para la transformación de los valores relacionados con la ciudadanía, la democracia, la solidaridad. Constituye también un elemento vital que facilita la participación activa de todos los ciudadanos en la sociedad y en la integración al interior de cada país, de los excluidos del beneficio del desarrollo.

Los objetivos de la educación comunitaria son:

– favorecer la autoestima, la responsabilidad de las personas,
– así como la participación de las mismas en todo desarrollo sostenible.

Tiende a transformar la realidad en una dinámica profunda de cooperación, situada más allá de la competitividad que habitualmente prevalece. Como resultado busca formar una conciencia social, crear o fortalecer la organización de base comunitaria, practicar la democracia grupal en la vida cotidiana y reconstruir sobre todo el tejido social roto; crear espacios para el diálogo, el encuentro y la comunicación. Entre sus ventajas, debe mencionarse que estimula la participación social; la gente aprende mejor, pues hay apropiación en lugar de repetición. Sucede en un ambiente fraterno, no rígido, con relaciones más horizontales en donde todos se expresan a su modo.

Respecto a su metodología, el punto de partida es la práctica que puede generarse en torno a un problema, a una vivencia de un grupo de personas; igualmente parte de un autodiagnóstico que también realiza la comunidad para detectar las necesidades de la gente. El segundo momento es la reflexión crítica o teórica que se provoca a través de una discusión problematizadora buscando las causas. En seguida se ofrece una información o un contenido por aprender, en donde se va ampliando la visión que tienen las personas sobre su problema o la situación que viven.

Un siguiente momento es un regreso a la práctica, a través de una actividad o de una sesión transformadora que dé respuesta al problema o salida a la vivencia o inquietud que había formulado la comunidad (una aplicación práctica de lo aprendido). Es una metodología dialéctica que va de la práctica a la teoría y de ésta a la práctica; que parte de lo cercano a lo lejano, de lo sencillo a lo complicado, de lo concreto a lo abstracto, de la cabeza del otro a la mía. Esta experiencia está llevándose a cabo en algunos municipios del estado de Guanajuato gracias a la colaboración del Centro Interuniversitario del Conocimiento, a la certificación proporcionada por la SEP, y a promotores que están formándose y capacitándose en esta dinámica.

En nuestra práctica, se decidió llamarle Trabajo Común Organizado. Como ya se dijo, parte de una identificación de las necesidades, problemas, deseos y aspiraciones de las comunidades. Para su identificación se realizan eventos de diagnóstico y levantamientos de datos cuyos resultados orientan las acciones y ayudan a determinar las prioridades con base en las fuerzas con que se cuenta; también sirve para promover y generar la base social necesaria con visitas a llevar a cabo un proceso organizativo.

Un principio ineludible es que en cada acción emprendida debe existir participación real de los miembros de la comunidad y que tales acciones deben tener un impacto social, económico. Un aspecto importante en este sentido es la formación de promotoras y promotores de las mismas comunidades, a quienes se capacita, porque estas personas viven allí mismo y pueden dar un acompañamiento más cercano.

Las acciones pueden ir desde la gestión para conseguir algún servicio hasta la generación de proyectos que resuelvan necesidades comunitarias (salud, abasto, alimentación, producción, transformación, comercialización). Otro aspecto importante es fijar los objetivos y alcances de las acciones y proyectos y determinar con precisión su viabilidad.

Cada proyecto debe diseñarse particularmente y ha de incluir un proceso mediante del cual se ataque en varios aspectos a un tiempo. Primeramente los conceptos de autoestima, valores, conciencia, recuperación de la dignidad-la gente aprende a hablar, a desenvolverse, a tener seguridad, a peder el miedo, a saber exigir lo que es justo-.Las formas de relación alternativas en las que la participación, la toma de decisiones entre todos, la vigilancia y propuesta son constantes, constituyen valores que educan en la práctica de la libertad, la igualdad y la democracia.

Luego vienen los aspectos organizativos y operativos que conducen a la determinación de estructuras funcionales, formas de gobierno y normas de funcionamiento decididos por todos; la capacitación técnica y administrativa; el plan de trabajo para realizar las actividades necesarias en el propósito de lograr los objetivos previstos, la formulación del proyecto y los pasos para su ejecución, resultan también indispensables.

Para el efecto, las características del educador comunitario son esenciales: confía en la gente y en sus aportes, muestra paciencia y sensibilidad ante esas necesidades; es creativo y sensible para educar en el camino, conducir con respeto y rumbo claro; sabe escuchar y ordenar los aportes del grupo; aprende todo el tiempo, no se siente autosuficiente, no aplica recetas: es un facilitador de la construcción grupal.

La educación comunitaria, en consecuencia, es un instrumento de fusión entre teoría y práctica; un proceso dialéctico donde ver, pensar y actuar se vuelven realidad.

Educación Comunitaria de Guanajuato

. Se denomina Trabajo Común Organizado.
. Parte de problemas concretos de las comunidades.
. El Diagnóstico orienta sus acciones y determina prioridades.
. Existe participación real de la comunidad.
. Sus acciones deben tener impacto social-económico.
. Emplea promotores de la propia comunidad,
. Diseño particular de proyectos.
. Ejercicio práctico de la igualdad, la libertad y la democracia.
. Organización y cooperación.
. Plan de trabajo y ejecución.

ROGELIO SEGUNDO ESCOBEDO.
México. Director Ejecutivo de Acción Social de Celaya, A.C.