Tornados

TornadosUn tornado (del latín tonare, ‘girar’) es un torbellino de viento fuerte, acompañado por una nube característica en forma de chimenea que desciende desde una nube cumulonimbo. En ocasiones se denomina ciclón.

Un tornado puede tener una anchura desde unos metros hasta casi un kilómetro en la zona de contacto con el suelo, con un promedio de algunos pocos cientos de metros. Puede penetrar poco en tierra o recorrer muchos kilómetros, causando grandes daños allí donde desciende.

La chimenea es visible por el polvo aspirado hacia arriba y por la condensación de gotitas de agua en el centro. El mismo proceso de condensación hace visibles los tornados marinos, en general más débiles, llamados trombas marinas, que ocurren con mayor frecuencia en las aguas tropicales.

La mayoría de los tornados giran en el sentido de las agujas del reloj en el hemisferio sur, y al revés en el hemisferio norte pero, en ocasiones, los tornados pueden invertir esta conducta.

Las chimeneas están siempre asociadas con movimientos violentos en la atmósfera, incluyendo corrientes ascendentes fuertes y el paso de frentes. Los tornados se desarrollan en áreas de baja presión con vientos fuertes.

La velocidad de los vientos de la propia chimenea puede superar los 480 km/h, aunque se han estimado velocidades superiores a 800 km/h en temporales muy violentos.

Los tornados son más comunes y frecuentes en las latitudes templadas, y suelen formarse al principio de la primavera. La estación de los tornados se retrasa al aumentar la latitud. La cantidad de tornados que se producen cada año varía mucho en una misma región.

Se han detectado posibles tornados en las atmósferas de los planetas gigantes gaseosos, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

Un tornado es el movimiento giratorio del viento que rota de forma violenta; su extremo inferior está en contacto con la superficie de la Tierra y el superior con una nube cumulonimbus o, excepcionalmente, con la base de una nube cúmulus. Se trata del fenómeno atmosférico más intenso que se conoce, aunque no muy extendido en el espacio.

Los tornados se presentan de diferentes tamaños y formas pero generalmente tienen la forma de una nube embudo, cuyo extremo más angosto toca el suelo y suele estar rodeado por una nube de desechos y polvo. La mayoría de los tornados cuentan con vientos que llegan a velocidades de entre 65 y 180 km/h, miden aproximadamente 75 metros de ancho y se trasladan varios kilómetros antes de desaparecer.

Los más extremos pueden tener vientos con velocidades que pueden girar a 450 km/h o más, medir hasta 2 km de ancho y permanecer tocando el suelo a lo largo de más de 100 km de recorrido.

Entre los diferentes tipos de tornados están las trombas terrestres, los tornados de vórtices múltiples y las trombas marinas. Éstas últimas se forman sobre cuerpos de agua, conectándose a cúmulus y nubes de tormenta de mayor tamaño, pero se les considera tornados porque presentan características similares a los que se forman en tierra, como su corriente de aire en rotación en forma de embudo.

Las trombas marinas por lo general son clasificadas como tornados no-supercelulares que se forman sobre cuerpos de agua. Estas columnas de aire frecuentemente se generan en áreas intertropicales cercanas a los trópicos o en las áreas continentales de las latitudes subtropicales de las zonas templadas, y son menos comunes en latitudes mayores, cercanas a los polos o en las latitudes bajas, próximas al ecuador terrestre.

Otros fenómenos similares a los tornados que existen en la naturaleza incluyen al gustnado y los remolinos de polvo, de fuego y de vapor.

Los tornados son detectados a través de radares de impulsos Doppler, así como visualmente por los cazadores de tormentas. Se les ha observado en todos los continentes excepto en la Antártida. No obstante, la gran mayoría de los tornados del mundo se producen en la región estadounidense conocida comoTornado Alley y es seguida por el Pasillo de los Tornados que afecta el centro, centro-sur y la parte norte del sur de Sudamérica. También ocurren ocasionalmente en el centro-sur y este de Asia, sur de África, noroeste y sudeste de Europa, oeste y sudeste de Australia y en Nueva Zelanda.

Existen varias escalas diferentes para clasificar la fuerza de los tornados. La escala Fujita-Pearson los evalúa según el daño causado, y ha sido reemplazada en algunos países por la escala Fujita mejorada, una versión actualizada de la anterior.

Un tornado F0 ó EF0, la categoría más débil, causa daño a árboles pero no a estructuras. Un tornado F5 ó EF5, la categoría más fuerte, arranca edificios de sus cimientos y puede producir deformaciones estructurales significativas en rascacielos.11

La escala TORRO va del T0 para tornados extremadamente débiles al T11 para los tornados más fuertes que se conocen.12 También pueden analizarse datos obtenidos de radares Doppler y patrones de circulación dejados en el suelo (marcas cicloidales) y usarse fotogrametría para determinar su intensidad y asignar un rango.13