Apnea del recién nacido

Concepto e incidencia

Se denomina apnea del recién nacido a la ausencia de flujo aéreo en la vía respiratoria durante un período de al menos 20 segundos, o menor si éste se acompaña de bradicardia y/o cianosis. Ésta no produce hipoxemia ni bradicardia y es un hecho normal en el RN.

La apnea neonatal compromete especialmente al recién nacido prematuro y se presenta en aproximadamente en el 50% de los menores de 32 semanas de edad gestacional.

Etiología y clasificación

De acuerdo a su etiología se clasifican en:

Apnea primaria o idiopática del prematuro. Se caracteriza por no ser causado por otra patología, y es la forma más frecuente.

Apnea secundaria a otra patología. Se puede presentar en el recién nacidos prematuro y de término. En estos caso la apnea se presenta en relación a otras patologías del recién nacido.

Las más frecuentes son:
problemas metabólicos (hipoglicemia, hipocalcemia, hiponatremia), alteraciones neurológicas, (hemorragia intracraneana, asfixia, convulsiones), infecciones, cuadros de dificultad respiratoria, displasia broncopulmonar, ductus arterioso persistente, hipotermia, infecciones y anemia.

Es necesario tener presente que la hipoxemia en el RN, especialmente en el prematuro tiene un efecto depresor del centro respiratorio.

De acuerdo a su forma de presentación, se clasifican en:

Apnea central. Ausencia de flujo aéreo y cese de movimientos respiratorios.

Apnea obstructiva. Existen movimientos respiratorios, pero no hay flujo aéreo.

Apnea mixta. Durante un mismo episodio se combinan ambas formas; por lo general se presenta como una apnea central prolongada, en la que al final se agregan esfuerzos respiratorios sin flujo aéreo.

La apnea idiopática del prematuro se generalmente al 2do o 3er día de vida en un prematuro sin hallazgos patológicos que la expliquen. El niño se encuentra en buenas condiciones, con examen físico normal, entre las crisis. Es raro que se presente por primera vez pasado las dos o tres semanas de edad. Si no se presentan estas características o si el recién nacido es de término , debe sospecharse que se trata de una apnea secundaria.

Se recomienda monitorizar rutinariamente a todo recién nacido menor de 34 semanas, dado el alto riesgo de apnea, con el objeto de diagnosticarlas precozmente.

Hay que tener presente que la apnea de tipo obstructiva no es detectada por el monitor respiratorio. El diagnóstico debe sospecharse en los recién nacidos que presentan crisis de bradicardia y/o cianosis sin etiología aparente. Cuando la apnea es secundaria a otra patología, es primordial tratar la causa originaria.

Cuando se establece el diagnóstico de apnea idiopática del prematuro, se deben tomar las siguientes medidas terapéuticas:

Monitor cardiorrespiratorio y de saturación de O2 permanente. Es el tratamiento más usado y con mejores resultados para la apnea del prematuro.

Como alternativa al tratamiento con teofilina, se puede usar la cafeína.

En aquellos casos de apnea grave que no responden a las medidas anteriores y que, por su frecuencia y/o intensidad producen un deterioro importante del niño, se debe puede usar de presión positiva continua. De no haber resultado se debe iniciar ventilación mecánica.

En general, la apnea idiopática del prematuro desaparece cuando el prematuro alcanza las 35 a 37 semanas de edad gestacional.

Fuente: Manual de pediatría por el Dr. Javier Cifuentes R. y Dr. Patricio Ventura-Juncá T. de la escuela.med.puc.cl