Cómo utilizar adecuadamente el diccionario
Los diccionarios son una herramienta imprescindible en el ámbito escolar, uninstrumento esencial para dominar de modo adecuado una lengua. Aprender a utilizarlos no se limita a saber encontrar un término o una palabra determinada.
Los docentes pueden recurrir a distintas estrategias y técnicas para que los alumnos alcancen un aprendizaje significativo.
La utilidad de estas obras de consulta no se limita a facilitar información, más breve o más extensa según el modelo, sobre el significado de las palabras. Además de ayudar a que el alumno comprenda y enriquezca su léxico, un uso correcto permite emplear el lenguaje con mayor exactitud, precisión y claridad, puesto que en general incluyen datos adicionales sobre la morfología, la ortografía y la pronunciación de los términos.
Para utilizar bien un diccionario, es imprescindible dominar con soltura el orden alfabético. El adiestramiento en este sentido comienza en los primeros años de Primaria, cuando los docentes pueden fomentar este aspecto con sencillos juegos y actividades en el aula que permitan asimilar y memorizar el abecedario y obtener las primeras orientaciones sobre cómo se sitúan las palabras en los diccionarios.
Interpretar la información
Los objetivos específicos en cuanto al conocimiento y uso del diccionario se orientan al aprendizaje de la estructura del mismo y la interpretación de la información, tanto semántica como gramatical, que se incluye en cada entrada.
Un primer ejercicio, recomendado por los especialistas, es examinar de forma previa la obra de consulta, familiarizarse con todas sus partes y aprender a descifrar los símbolos y abreviaturas que contiene y que se usan para ahorrar espacio en las mismas.
Pautas de uso
Las pautas varían en función de cada diccionario -bien sea lingüístico, bilingüe o de sinónimos y antónimos, entre otros- y del público al que se dirige -escolar, técnico, secundaria. De forma genérica, se puntualizan para los diccionarios lingüísticos distintos criterios para extraer de ellos toda la información oportuna:
• Lemas: el término principal del diccionario al que sigue su acepción puede leerse en forma simple (deporte), con mención a los dos géneros (deportivo, va) o con variantes (hemiplejia o hemiplejía). En este último caso, se recomienda el primer lema, pero el segundo no se rechaza.
• Categorías gramaticales: cuando un término incluye varias acepciones, el orden de éstas se estipula en función de la categoría gramatical, señalada con su correspondiente abreviatura. En general, se presentan primero las adjetivas, después las sustantivas, las adverbiales y las de preposición.
• Marcas: en muchos casos, la acepción de un término está precedida por una marca que aporta información sobre diferentes particularidades, como el hecho de ser un término técnico (se marca el ámbito), el nivel de lengua o registro (culto, vulgar, coloquial), la intención del hablante (despectivo, ironía) o el ámbito geográfico en el que se utiliza (España, América, Caribe…). Esta información orienta al estudiante sobre el uso apropiado de la palabra.
• Formas complejas: El símbolo de palabra (~) marca la posición del término en la expresión. En general, se sitúan en especial en la acepción del sustantivo que forma parte de la locución (para buscar la definición de gobierno parlamentario, hay que buscar en el término gobierno).
• Remisiones: en algunas definiciones se utiliza la remisión a un término sinónimo del diccionario, marcado en general con letra negrita (Colectar. Recaudar). El alumno debe remitirse a la palabra indicada para encontrar la acepción que busca.