Síndrome de Abstinencia de Sedantes o Hipnóticos incluye Benzodiacepinas
Aun cuando no existen datos epidemiológicos muy precisos, se sabe que este tipo de sustancia es más usado por mujeres que por varones. Estas sustancias legales de uso médico bajo vigilancia y disposición a menudo son abusadas de manera arbitraria por quienes las empiezan a usar fuera de prescripción y llegan a desarrollar una dependencia, caracterizada por una búsqueda compulsiva de los medicamentos; tolerancia, que es la necesidad de mayor cantidad o de una administración por mayor tiempo; asimismo, ocupan más tiempo en buscar la sustancia, en recuperarse de los efectos que les produce y dejan de lado actividades sustantivas de su vida como escuela, trabajo, amistades, etc. y solamente buscan a quienes comparten este tipo de acción.
También las usan para evitar las sensaciones desagradables que ocurren por la suspensión de la administración, como la ansiedad, que pudiera ser que existiera previamente y pudiera volverse a manifestar, o bien se presenta por la suspensión brusca de la sustancia (abstinencia; en este caso se denomina “de rebote”). También pudieran manifestarse trastornos del estado de ánimo, del sueño y sexuales.
El riesgo más grave es la precipitación de crisis convulsivas tónicoclónicas generalizadas, y/o un cuadro de delirium (también llamado “síndrome confusional agudo” y “síndrome orgánico cerebral”).
En muchos casos, posiblemente entre la mitad y la mayoría de ellos, puede existir simultáneamente un trastorno psiquiátrico, siendo los más frecuentes: Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), Trastorno Depresivo Mayor, Trastorno de Ansiedad Generalizada, Trastorno de Pánico, trastornos psicóticos primarios como la Esquizofrenia y secundarios al consumo de las sustancias psicoactivas.
En algunos casos la abstinencia puede presentarse con delirium, una alteración grave de las funciones mentales superiores con cambios en el estado de alerta y atención (fluctuaciones), alteraciones emocionales y psicomotrices, también conocida como Síndrome Orgánico Cerebral o Estado Confusional Agudo.
En estos casos, esta variación debe entenderse no como un problema psiquiátrico primario (en sí mismo), sino como la consecuencia directa de una grave alteración física general que repercute en el estado mental. Por tanto, la intervención debe basarse en resolver el problema físico subyacente, aunque en algunos casos los pacientes pueden requerir manejo psiquiátrico para los componentes alucinatorio y de descontrol conductual.