La fertilización del cultivo de piña
Toda planta necesita un suelo fértil para poder crecer y producir frutos. Es más, si el objetivo es exportar es necesario mantener niveles nutricionales acordes a la calidad que se exige. Ahora bien, los suelos normalmente tienen una capacidad máxima para aportar nutrimentos; a partir de ese nivel hay que aplicar fertilizantes para suplir el faltante que la planta necesita para producir el fruto esperado.
Como medidas de apoyo para manejar la nutrición de la piña, se realizarán análisis foliares y de suelo para medir la cantidad de nutrientes que se están aportando a la plantación y revisar que los niveles de elementos de uso delicado,como el nitrógeno, por la formación de nitratos y su efecto contaminador del agua y los vegetales, estén bajo control.
Con este procedimiento, se busca establecer lineamientos de fertilización que permitan aportarle a la planta la cantidad adecuada de nutrientes, sin ocasionar daños innecesarios al ambiente. Con respecto a los fertilizantes es importante tener en cuenta: a) la calidad (niveles máximos permitidos de metales pesados); b) los diferentes aspectos ligados a su aplicación; c) los cuidados de almacenamiento.
Ante todo, hay que tener presente, siempre, que los fertilizantes deben manejarse de forma racional y responsable.La cantidad de fertilizante, la frecuencia de aplicación y el tipo de fertilizante se determina mediante análisis de suelos y análisis foliares, y todo se hace siguiendo un plan de manejo nutricional preparado por un profesional o su asesor.
Se debe anotar en forma clara y concisa toda la información que se pide en el registro de “Aplicación de fertilizantes”. Los fertilizantes se deben aplicar según la etapa de crecimiento de las plantas, según el método recomendado y según las necesidades del cultivo. No se deben aplicar fertilizantes (sulfato de zinc y roca fosfórica) después de la “forza” (fruta en formación, para prevenir la contaminación con metales pesados).
Fuente: Ministerio de Agricultura y Ganadería.