Orión Nebulosa
Es un cúmulo de gas y polvos que emite una tenue luminosidad a causa de un fenómeno de excitación producido por estrellas que se encuentran en su interior.
Se halla en la célebre constelación de Orión, bajo las tres estrellas que forman el cinturón del mítico cazador, y puede observarse fácilmente con binoculares o con un telescopio de poca potencia.
Su magnitud integral es de alrededor de 3m, pero en realidad el objeto no se llega a distinguir a simple vista, si no es en condiciones de visibilidad excepcionalmente buenas, por el hecho de que su luminosidad está distbuída en una superficie muy amplia.
En el interior de la nebulosa se notan cuatro estrellas muy próximas, conocidas como el Trapecio de Orión, Orionis, con magnitudes respectivas d 5,4, 6,9, 7 y 8.
Una de ellas es la responsable de los fenómenos de excitación que produce sobre la nebulosa y que hacen que esta sea visible a nuestros ojos.
Distante unos 1.500 años-luz de nosotros, la nebulosa de Orión tiene un diámetro aproximado de 25 años-luz y contiene una cantidad de materia equivalente a 10 masas solares.
Debido al gran volumen en el que esta masa está distribuida, su densidad media es extremadamente baja, inferior al mejor vacío absoluto que se puede lograr en los laboratorios terrestres.
Orión tiene un importante valor cosmogónico, porque se considera que en algunas regiones de la nebulosa estén produciéndose fenómenos de condensación de la materia muy similares a los que acompañaron la formación de nuestra nebulosa solar primordial. La nebulosa de Orión es una cuna en la que están naciendo nuevas estrellas y tal vez nuevos sistemas solares similares al nuestro.
Descubierta en 1610 por el astrónomo francés, discípulo de Galileo, Nicola Fabri de Peiresc (1580-1637), la nebulosa de Orión está clasificada en el catálogo Messier bajo la sigla M 42 (correspondiente a NGC 1976).
En los últimos años también ha adquirido una gran importancia en lo que respecta a los estudios de Astrobiología, desde el momento que en ella se han localizado moléculas orgánicas interestelares.
La nebulosa de Orión es uno de los objetos astronómicos más fotografiados, examinados, e investigados. De ella se ha obtenido información determinante acerca de la formación de estrellas y planetas a partir de nubes de polvo y gas en colisión.
Los astrónomos han observado en sus entrañas discos protoplanetarios, enanas marrones, fuertes turbulencias en el movimiento de partículas de gas y efectos fotoionizantes cerca de estrellas muy masivas próximas a la nebulosa.