Formación valoral

Esta es una necesidad que seguramente estará con nosotros durante muchas décadas. La preocupación por la formación valoral es relativamente reciente, y son escasos los intelectuales que se han dado a la tarea de definir lo que significa, de desentrañar lo que implica, y de explicar los procesos mediante los cuales se logran los objetivos que pueden proponerse.

En términos generales, se observa que los fundamentos teóricos para la formación valoral se han desarrollado mucho menos que los propios de la formación del intelecto. De hecho, el fundamento propiamente pedagógico de los procesos de formación valoral, carece de las bases evaluativas suficientes que permitan asegurar que quienes han sido educados en este tipo de procesos hayan resultado mejor formados valoralmente que otros.

La teoría más sólida respecto a este conjunto de procesos parece ser la relativa al desarrollo del juicio moral. De hecho, los intentos serios por fundamentar teóricamente propuestas y programas de formación valoral o de educación para la paz y los derechos humanos recurren, las más de las veces, a estas bases. Sin embargo, también en este caso observamos algunas dificultades que no fácilmente pueden ser subsanadas.

Entre ellas cabe mencionar la ausencia de evidencia empírica conclusiva respecto a los resultados de los procesos educativos que se han inspirado en estos planteamientos teóricos; el problema de la ambigüedad en la aceptación o no de valores absolutos y, en todo caso, su identificación; el problema no resuelto en torno al supuesto del carácter supracultural de estos planteamientos y del proceso evolutivo, en lo moral, del ser humano.

Es necesario realizar investigación básica al respecto ”cosa que no se ha hecho en América Latina” de forma tal que podamos ir construyendo bases más sólidas de apoyo a procesos de esta naturaleza.

Fuente: Revista de Educación y Valores – Guadalajara Jalisco México