Para reducir los riesgos de daños severos se requiere establecer un manejo integrado de la enfermedad:
1. Establecer densidades de siembra no mayores a 5.000 plantas por hectárea.
2. Sustituir variedades muy susceptibles a la enfermedad.
3. Podar la plantas agotadas o con muchas lesiones de Ojo de Gallo.
4. Deshijar dos veces al año, dejando 2 ejes por punto de siembra.
5. Hacer un control eficiente de malezas.
6. Hacer uno o dos arreglos de sombra por año.
7. Realizar una buena fertilización de acuerdo con los resultados del análisis de suelos.
8. Aplicar los fungicidas recomendados 3 veces al año, en los momentos y dosis establecidas.
Fuente: Instituto del café de costa rica. Centro de Investigaciones en Café. CICAFE