Selección del terreno para el cultivo del frijol
La decisión de sembrar frijol en los suelos de estos municipios debe estar basada en los siguientes aspectos:
La pendiente del terreno: Suelos ligeramente planos a planos provocan pérdidas por encharcamiento (pudriciones) y pendientes mayores de un 30 % los rendimientos serán bajos debido al lavado de los nutrientes por escorrentía causada por el agua de lluvia, además en estos tipos de suelo con alta pendiente las labores de campo se dificultan.
El acceso al agua: Esta debe estar próxima a las áreas de establecimiento del cultivo, para poder abastecer de agua la
bomba de aspersión, diluir los productos químicos y así realizar las labores de control de malezas, insectos y enfermedades; si el agua esta distante se pueden realizar obras de cosecha de agua, que consiste en hacer un hueco en el suelo y poner un plástico sobre él para recoger y almacenar el agua de lluvia, hay experiencias en el sector que han demostrado buenos resultados.
La vegetación existente: Es muy importante la determinación de la vegetación existente y el cultivo anterior que se dio en la parcela, estos pueden ser un indicativo del éxito en la futura plantación.
La presencia de malezas como escoba lisa y los bledos dentro del área y los alrededores de la parcela por lo general son refugios de ciertos insectos plagas y enfermedades. También se pueden determinar la fertilidad por la presencia de plantas indicadoras como el jalacate o flor amarilla.
Plantas que presentan decoloración en sus hojas tornándose a colores amarillentos son síntomas indicativos de encharcamiento, como el coyotillo y la malva.
La ubicación del terreno: Respecto a la orientación predominante de los vientos, en terrenos que estén desprotegidos se pueden hacer cortinas rompe vientos con árboles como nim o con zacate como Taiwán, disponiéndolos en hileras en contra de la dirección del viento de manera que formen una barrera que proteja y disminuya la velocidad de los mismos, estos vientos por su duración y velocidad causan requemas al cultivo al provocar deshidratación de las partes aéreas de las plantas y las afecta por la difusión de plagas y enfermedades.
Hay que realizar una inspección al terreno para determinar la presencia de babosas, si se encontrara un alto número de individuos en la parcela y sus alrededores se deben realizar actividades de control para bajar poblaciones antes de la siembra.
Fuente: Instituro internacional de cooperación para la agricultura.