Transmisión por radio
Como ya vimos, una carga eléctrica en movimiento genera un campo magnético y un campo eléctrico. Si en una antena (que pueden ser un par de cables paralelos) se producen corrientes eléctricas que oscilan de t1 en positivo a t2 en negativo, se producen campos eléctricos y magnéticos que se propagan, en teoría, hasta el inifinito. El campo magnético rodea a la antena como una piedra arrojada al agua y el campo eléctrico es perpendicular.
A la unión de los dos campos constituyen las ondas electromagnéticas y su velocidad en el aire es ligeramente inferior a 300,000 Km./s.
Cuado estas ondas llegan a otro par de cables paralelos unidos a un circuito eléctrico completo, producirá una fuerza electromotriz (fem) a la vez que obligan a los electrones a moverse generando una corriente eléctrica muy pequeña, pero suficiente para que los circuitos electrónicos la transformen en una señal de alta energía que representa la transmisión radiofónica.
Las frecuencia usadas para la transmisión de radio van más allá de los 100 Kilociclos o Kilohertz. Observe la carátula de su receptor de radio para ver los límites usados en la radio comercial.
Las ondas de radio pierden potencial inversamente proporcional al cubo de la distancia recorrida en el aire. Pueden pasar obtáculos más fácilmente mientras menor es su frecuencia, a mayor frecuencia viajan cada vez más en línea recta y son absorbidas por la lluvia o el agua. En todas las frecuencias sufren interferencia por campos eléctricos o magnéticos. Las ondas de radio de muy baja, baja y mediana frecuencia (10 4 -10 7 ) viajan siguiendo la curvatura terrestre, mientras que las de alta frecuencia (10 7 -10 8 Hz) pueden enviarse hacia la ionósfera en donde rebotan como si hubiera una repetidora (sin regenerar la señal) y tomar el rebote en una retransmmisora. Las frecuencias altas y muy altas son usadas para transmisiones militares.