Atribución en el periodismo
Una diferencia clave entre una historia de noticias y un editorial o una columna de opinión es el uso de la atribución. La atribución responde a la pregunta “¿quién lo dice?”. En ella se identifica la fuente de la información presentada, sobre todo si las declaraciones son controvertidas o la información es cuestionable.
La atribución puede ser explícita o implícita. He aquí un ejemplo de atribución explícita o directa: “El hombre fue arrestado y acusado de homicidio, dijo el sargento de policía Antonio Costa”. Si la frase fuera reescrita para presentar una atribución implícita o indirecta, quedaría algo así: “La policía arrestó al hombre y lo acusó de homicidio”. En los dos casos, la audiencia puede saber que la fuente de la información es la policía.
Uno de los principales propósitos de la información sobre atribuciones, en la mayoría de las historias de noticias, es que los lectores, escuchas y espectadores puedan decidir por sí mismos si las creerán o no. Por ejemplo, el informe
de que Corea del Norte ha decidido suspender su programa nuclear podría ser considerado más o menos creíble por algunas audiencias según a quién se atribuyera la declaración: a un funcionario chino visitante o a un equipo internacional de científicos.
Otra razón para usar atribuciones es asignar la responsabilidad de una declaración controvertida a quien corresponda, aclarando que esa persona fue quien lo dijo, no el reportero ni la organización de noticias. Esto no implica inmunidad contra demandas judiciales, ya que la protección legal varía de un país a otro. No obstante, una buena práctica periodística es aclarar quién hace las afirmaciones o asume una posición en particular.
Sin embargo, no toda la información que se presenta en una historia de noticias necesita una atribución. Si se nombrara la fuente de cada elemento de información, las historias serían casi incomprensibles. La información que un reportero observa directamente puede exponerla sin atribución alguna. Tampoco los hechos indiscutibles o ya aceptados necesitan atribución.
Por ejemplo, para decir que un equipo de fútbol ganó un partido, el reportero no necesita atribuir su afirmación pues el resultado final no está en duda. En cambio, la noticia de que un candidato ganó un debate político debe tener atribución pues de lo contrario el periodista cruzaría el límite entre informar los hechos y dar su opinión.
Fuente: Oficina de programas de información internacional. EUA.