La influencia de los otros en la formación de la autoestima

La autoestima se construye constantemente y a lo largo de toda la vida. Tanto los actos como las características personales son criticadas permanentemente por los demás en forma tanto constructiva como descalificadora. Así, los demás se convierten en elementos fundamentales del proceso de construcción de la autoestima haciendo las veces de evaluadores externos a la persona.

Estos favorecerán o podrán dificultades para la evaluación que hace la persona de sí misma, puesto que indicutiblemente van a repetir dentro de cada uno, animando o desanimando, alentando a mantener o a transformar o incluso a eliminar aquellos aspectos que han sido criticados, aportando información de si se es valioso, si uno merece ser querido y quererse, si vale o no la pena hacer lo que se hace o si uno es capaz de hacer bien las cosas.

Pero si la mayor cantidad de calificaciones que se reciben son de índole negativa, si son destructivas, el amor propio se verá profundamente dañado. Lo más probable es que se produzca una desorientación y una desorganización interna. La persona no sabrá qué es lo correcto, cómo deberá actuar, sentirá que es un completo fracaso y que todo lo hace mal.

Este es el motivo por el cual sea tan delicado recibir o dar críticas, ya que más que una ayuda puede constituir un factor de ansiedad, de angustia y de depresión para la persona.

Por eso, es necesario que cada cual logre con el tiempo una seguridad básica mediante el desarrollo de un autoconcepto adecuado y suficiente como para poder seleccionar dentro de todas las críticas, positivas o negativas, las que crea y considere como asertivas y útiles y poder llegar entonces, a discriminar entre aquellos que le aportan verdaderamente en forma positiva y aquellos que no.

Fuente: Red de mujeres para el desarrollo.