Hilerado de forraje
Los rastrillos son máquinas que trabajan después de las segadoras, efectuando sobre el forraje las operaciones de remoción, esparcido, hilerado y volteo. Cuando se remueve el forraje se favorece su aireación y secado.
La función del hilerado es preparar cordones uniformes y adecuados para favorecer el trabajo de la máquina siguiente (empacadoras, ensiladoras, etc.), y también agrupar cordones para proteger el heno de condiciones climatológicas adversas.
Por la acción mecánica tan agresiva que ejercen estas máquinas sobre el forraje, es necesario tomar en cuenta los siguientes aspectos para su selección y trabajo:
– Para disminuir daños al forraje, (desprendimiento de hojas), se recomienda realizar esta operación cuando la humedad del forraje sea superior al 35 – 40%.
– Evitar la contaminación del forraje con tierra o estiércol.
Existen muchos tipos de rastrillos en el mercado, algunos más agresivos que otros con el forraje. Por ejemplo los llamados rastrillos de soles que son muy económicos y especiales para trabajar sobre esquilmos de cultivos como maíz, sorgo, etc., sin embargo contaminan mucho el material con tierra y no se recomiendan para trabajar con alfalfa.
Los rastrillos verticales, que se recomiendan para mover forraje fresco o verde, ya que son muy agresivos, y es necesario tener especial cuidado con la contaminación por tierra y piedras.
Los rastrillos hileradores laterales, son los menos agresivos con el heno, ya que funcionan como una escoba, no sacuden el forraje y se puede calibrar la altura de trabajo, por lo que no contaminan con tierra.
También se puede ajustar la inclinación y con ello lo esponjado del cordón. Los dedos están montados sobre goma, por ello son menos agresivos.
Fuente: Maquinaria para el manejo eficiente del forraje. Santiago de Querétaro, Qro. México.