Layout y estilo

Así como para la identidad corporativa es necesario que sea reflejada en un Manual de Identidad que nos sirva de pauta para saber cómo aplicarla a los diferentes elementos, y en las diferentes situaciones en las que tengamos que utilizar la logo / marca, asimismo necesitaremos un Libro de Estilo para nuestro diseño editorial y que sea la «biblia» o la pauta a seguir en nuestra publicación, sobre todo cuando estemos en una publicación periódica, de un diseño que esté desarrollado por un equipo y que tenga una cierta complejidad.

Cierto es que podemos trabajar con el documento o plantilla digital de la publicación y que esta ya puede contener muchas pautas de trabajo, pero también es cierto que muchas indicaciones no se podrán encontrar en la propia plantilla y que el diseñador novato además se puede encontrar con excepciones o dificultades que no sabrá resolver a no ser que ya estén contempladas en ese libro de estilo.

La existencia de ese libro normalizará el trabajo de diseño y establecerá una forma de trabajo y un estilo que será el que se mantenga en los diferentes números de la publicación.

Algunos diseñadores pueden pensar que la existencia de un Manual de Identidad o el de un Libro de Estilo limitan la creatividad y la libertad de los siguientes profesionales que trabajen con esos elementos, pero no es así. Lo que viene es a normalizar y a establecer la identidad de un determinado proyecto.

Tampoco significa que los proyectos sean totalmente estrictos y no se pueda jugar con un estilo más libre, puede que estemos en un estilo libre, pero siempre documentando en qué elementos, en qué situaciones y que tipo de libertad se puede tener en las aplicaciones.

Por ejemplo un logotipo o una logo/marca no tiene por qué ser totalmente estricto en sus representaciones o utilizaciones, de hecho existen múltiples identidades de distintas empresas que se basan en cambios en cuanto a representación tipográfica, distintos usos de color o utilización independiente o conjunta de distintos elementos que componen la marca. Un caso extremo son aquellas marcas que no se manifiestan en una representación visual concreta, sino múltiple.

Ese es el caso, por ejemplo, de «eresmas» www.eresmas.com cuya identidad ha sido creada por summa concibiendo la marca como una identidad que no se manifiesta siempre de una misma forma. Aunque bien es cierto, que esta identidad ha creado bastante polémica.

Algunos opinan que supone un nuevo concepto, innovador y por tanto diferencial y específico y otros, han visto esta «no-identidad» como un acto arriesgado de prepotencia y cuyas consecuencias deberán verse en el futuro.

La identidad, o las identidades de eresmas, está basada en la utilización de diferentes tipografías, colores y combinaciones que le proporcionan a la marca una gran capacidad expresiva y de adaptación a los diferentes medios o soportes que necesite. Según los señores de Summa esta estrategia responde a los nuevos retos y oportunidades que ofrece Internet; la inmediatez, actualidad e irreverencia del medio, junto a la capacidad de personalización y adaptación extremas son las bases sobre las que se fundamenta la estrategia.

«La versatilidad» es una de las características esenciales del servicio que ofrece, y entendíamos que debía ser también una expresión troncal de su personalidad como marca eresmas no tienen un único logotipo sino muchos: tantos como usuarios».

Ahora bien, siempre se basa en unas premisas que son fácilmente reconocibles y recordables la utilización de la marca sobre pastilla de color (cambian los colores), la unión de eres y mas escrito en minúsculas y como la única mayúscula la M (o lo que ellos denominan «una forma intencionada de escribir el nombre»), normalmente en negativo, y con distintas tipografías.

Dentro de lo que se supone que tiene de libertad, la libertad no será tanta y seguro que tienen bien determinado cuales deberán ser los colores sobre los que debe aparecer la marca y cuáles deben ser las tipografías (un juego tipográfico y una paleta de color) que hará que siempre sea reconocible por el receptor.

Conclusión, la identidad puede tener diferentes formas o maneras de mostrarse al público pero lo que no debe ser en ningún caso es confusa. Aunque hay casos en los que se juega a la confusión de la marca para hacerse pasar por otro y que el consumidor compre pensando que está comprando otra marca.

Aunque este no es el caso en estudio. Visto – en este caso – que puede existir la flexibilidad, lo que si que debe hacer una identidad bien realizada es marcar cual es esa flexibilidad y en que casos que usos se puede hacer de la identidad. Si se ha realizado una identidad no es para mostrarla y decir «aquí tenemos nuestra identidad», sino para que realmente sea el manual de uso de la misma, el libro de referencia de la comunicación básica de nuestra empresa.

Por lo cual deben estar recogidos en este todos los posibles usos de la misma, de forma que sea el propio diseñador el que marque la libertad, flexibilidad o restricciones que tenga la marca para que siga siendo un referente claro. Exactamente igual ocurrirá con el libro de estilo de nuestro diseño editorial.

Fuente: Apuntes Diseño Editorial de la U de Londres.