Principio del secreto

Las estrategias de mejoramiento de la productividad que sean novedosas si se les compara con los competidores se deben mantener en secreto. Con frecuencia, en aras de la publicidad, las organizaciones y los individuos que trabajan para ellas tienden a dejar «escapar» algunas estrategias importantes para mejorar sus niveles de productividad y sus tasas de crecimiento.

Es cierto que la ideología y cultura nacional tienen algo que ver en ello, pero existen muchas situaciones que podrían evitarse en las que las organizaciones revelan sus secretos a proveedores, vendedores, visitantes y aún competidores. Las políticas administrativas deben restringir tales prácticas si se quiere que las ganancias en productividad sean tan sustanciales como para contrarrestar las estrategias del competidor.

El mejoramiento de la productividad puede llegar a ser un juego rudo, en particular cuando existe un oligopolio en el mercado. Las dos áreas específicas en que se puede mantener el secreto son:

• Diseño del producto
• Procesos de manufactura

Muchas empresas que siguen el principio del secreto no dejan que cualquiera entre en sus instalaciones a menos que se tenga información sobre esa persona o se investiguen primero sus antecedentes. Quizá nunca se elimine el «espionaje organizacional» no importa cuán sofisticados sean las herramientas y técnicas para evitarlo, pero existe una buena posibilidad de minimizarlo.

La observación personal del autor indica que las empresas europeas y asiáticas tiende a estar más conscientes del principio del secreto que las de Estados Unidos. Esto es de esperarse; la ramificación de empresas excesivamente «abiertas» puede ser un problema serio, si no es que devastador, en particular cuando las diferencias que deben vencerse en la productividad son muy grandes.

Las organizaciones no destinadas a la defensa no tienen que divulgar sus estrategias de mejoramiento de la productividad por el simple hecho de no fabricar productos clasificados como «secreto estrictamente confidencial«. No sostengo que todas las empresas deben manejar sus negocios como el departamento de policía, pero sí sugiero que se puede tener más cuidado para mantener en secreto las estrategias vitales de mejoramiento de la productividad.

Fuente: Apuntes de Mejoramiento de la Productividad de la UNIDEG