Fijación de precios a muy corto plazo
Supóngase que existe cierta oferta disponible de un producto y que el tiempo en que el producto debe venderse es demasiado corto para que puedan producirse cantidades adicionales de él. Por ejemplo, las tiendas de ropa tienen existencias de trajes de primavera que, a causa de los factores estilo y costo de almacenamiento, no pueden ser guardados hasta la primavera siguiente.
Los tenderos de comestibles tienen existencias de frutas y verduras frescas que se echan a perder si se guardan en los anaqueles. Después de la cosecha de trigo no puede cultivarse más hasta la siguiente estación – El periodo de planeación para los vendedores en este tipo de situación se llama muy corto plazo – periodo de planeación que limita las oportunidades que se ofrecen a los vendedores aún más que el periodo a corto plazo.
La principal característica del plazo muy corto para los vendedores de cualquier producto es la oferta fija del producto. El tiempo para que esta condición exista difiere de un producto a otro, siendo tan corto para uno que no tiene importancia alguna.
Sin embargo, para otros productos puede ser un mes, seis meses, un año o aún más. Cuando es un tiempo considerable, ¿cómo determina una economía la forma en que ha de dividirse o racionarse la oferta fija del producto?
El sistema de precios proporciona un mecanismo racionador. Supongamos que la cosecha anual de manzanas ha sido terminada y que la cantidad x de manzanas de la figura 4-12 es la oferta total disponible hasta la siguiente cosecha.
La cantidad no puede aumentarse, cualquiera que sea el precio que se ofrezca a los vendedores, por lo que la curva de oferta es la línea vertical xS. Es curva de demanda, DD, muestra las cantidades por año que los consumidores desean adquirir a niveles alternativos de precios.
Si el precio fuera p1, por bushel, habría escasez de manzanas que llegaría a xx0 y los consumidores pujarían entre sí, tratando de elevar el precio hasta p. A este precio, los consumidores se racionarían voluntariamente hasta la oferta disponible. Por otra parte, si el precio fuera p0 por bushel, habría un excedente de x1x bushel que induciría a los vendedores a bajar el precio, impulsándolo basta p. A este precio, los consumidores desearían adquirir toda la oferta del mercado.
En situaciones de precios a muy corto plazo, los costos de producción no desempeñan papel alguno importante en la determinación de los precios. Cuando hay en existencia una cantidad determinada de un producto, la única cuestión importante con relación a la determinación del precio es cuánto desean pagar los compradores por esa cantidad.
Los compradores simplemente no están interesados en lo que costó en cierta fecha pasada producir el artículo. Si en la figura 4-12 la demanda fuera a disminuir hasta DoDo, el precio descendería hasta Po y la cantidad cambiada permanecería en x. La moraleja de esta historia es que cuando usted desea vender su casa podría también olvidar lo que cuesta construirla. Costos hundidos son costos hundidos; usted sólo puede obtener lo que los compradores desean pagar.
Fuente: Apuntes de Microeconomía de la UNIDEG