El muelle de curvar
Es la más sencilla de las herramientas de curvado. Se trata de un muelle en espiral que se enhebra por el tubo a curvar. Es útil poseer varios diámetros de muelle (10, 12, 14, 16) que corresponden a los tubos de cobre más habitualmente empleados en las instalaciones domésticas corrientes.
El muelle debe estar untado de grasa antes de ser enhebrado sobre el tubo. Para retirarlo, hacerlo girar de derecha a izquierda en el sentido de enrollamiento de las espiras.
Para curvar un tubo de cobre martilleado, recordemos que es necesario recocerlo con la lamparilla antes de proceder a la operación. Un cobre martilleado está recocido cuando después de calentado ha alcanzado un rojo oscuro.
La primera elevación de temperatura da un color azul, pasa después al rojo vivo, se obtiene finalmente el rojo oscuro. Una vez enfriado el tubo puede realizarse el codo.
Fuente: Guía Práctica de fontanería de Reneé Hiller