Grifos de llave macho
Los grifos de llave macho, sirven para hacer circular el agua o interrumpir su circulación al final de una canalización. Son de dos tipos diferentes según su modo de cierre o su utilización.
Existe primeramente el grifo de válvula, que se utiliza para el gas o líquidos que circulan con débil presión. Después, el grifo pulsador, que sólo funciona cuando se apoya sobre la muletilla.
Otro inconveniente está en su brusco cierre por muelle que da sacudidas en la canalización. El grifo llamado «tuerca vuelta». Su maniobra se efectúa imprimiendo un cuarto de vuelta a la cabeza del grifo. Es el grifo ideal para fregaderos.
Finalmente el grifo de tuerca. Es el tipo más corriente, que se coloca en todas las canalizaciones de fregaderos, lavabos, bidés, duchas, bañeras. Este grifo se compone de dos partes: la cabeza y el cuerpo.
La cabeza comprende la muletilla (que puede tener diversas formas), prolongada por una varilla de rosca que se termina con la colocación de la punta o válvula de goma. La varilla de rosca penetra en un grifo cuya hermeticidad está asegurada por una tuerca prensa estopa. El cuerpo del grifo está dividido en dos partes, la llegada y la boca; estas dos partes comunican entre ellas por un orificio que obtura la válvula para cerrar o regular el caudal de agua.
El empalme de un grifo con su tubería de alimentación no se hace generalmente por soldadura sino por racor de rosca ya que el grifo debe poder ser siempre desmontable.
Existen conjuntos de grifos que permiten la mezcla de agua caliente y agua fría que puede colocarse sobre un fregadero o un lavabo. Esta grifería está provista de un tubo mezclador giratorio, es el tipo de aparato colocado sobre los fregaderos con dos pilas.
Fuente: Guía Práctica de fontanería de Reneé Hiller