Prueba de aceptación del consumidor
Se necesita contar con un gran número de individuos representantes del público o una gran parte del mercado para la prueba de aceptación, si se desea que los resultados sean válidos. Los jueces requieren de poco entrenamiento preliminar. Típicamente se les pide que anoten sus reacciones en una escala de nueve puntos que abarca desde extremadamente agradable hasta extremadamente desagradable.
También se les puede pedir que indiquen la cantidad o la frecuencia con que piensan consumir el producto. Las empresas comerciales emplean jurados de prueba de alimentos a medida que desarrollan un nuevo producto para saber cómo puede reaccionar el público ante él antes de que la compañía intente ponerlo en el mercado.
Trabajos recientes de pruebas de alimentos, se han centrado en obtener la evaluación de jueces, en una forma tal que se conozca no sólo que existen diferencias detectables, sino más importante, la magnitud de di chas diferencias. Se ha logrado cierto progreso en estos objetivos. Se espera que si los atributos sensoriales pueden cuantificarse, se conseguirá un gran número de ventajas.
Por ejemplo, si el fabricante de una bebida endulzada puede aprender de un jurado la magnitud de una respuesta sensorial para cada incremento del edulcorante, estaría en una mejor posición para apreciar el momento en el cual disminuyen los rechazos y establecer un juicio acerca de la proporción adecuada de costo/sensación/beneficio del edulcorante.
Fuente: Apuntes de Tecnología de Conservación de Alimentos de la Unideg