Liofilización

Las microondas también se pueden aprovechar para reducir el tiempo de liofilización; en efecto, las microondas atraviesan fácilmente, sin producir recalentamientos, la capa seca exterior que como se sabe opone durante la liofilización una resistencia acusada a la transferencia de calor por conducción; por lo tanto, es al final de la liofilización cuando las microondas presentan más interés.

La principal dificultad reside en las descargas eléctricas que se producen bajo vacío y que, al mismo tiempo que constituyen una pérdida de energía, dañan al producto. Con ondas de 915 MHz y un gradiente de potencial superior a 70 V/cm, las descargas se producen a una presión de 1 torr.

Se puede evitar descendiendo la presión a 6.10-Z torr, pero entonces para condensar el vapor de agua, sería preciso trabajar a unos -60° C, lo que resulta muy costoso.

Otro problema es la obtención de un campo eléctricohomogéneo; con referencia a esto tiene una importancia básica la geometría de la cámara de resonancia del aparato.

Fuente: Apuntes de Tecnología de Conservación de Alimentos de la Unideg