Contabilidad de las liquidaciones voluntarias
La liquidación implica el cobro de las deudas a favor de la sociedad, la realización del resto del activo, el pago del pasivo y la distribución del haber social entre los socios.
El registro de estas operaciones en la contabilidad, debe hacerse observando las reglas comunes de la contabilidad, en cuanto al cobro de créditos, ventas de activo y pago de las obligaciones.
Sin embargo, en la realización del activo y en el pago del pasivo puede obtenerse utilidad o pérdida; todo depende de la justa estimación de los saldos con que figuren en los libros.
En el cobro de las cuentas a favor de la sociedad puede resentirse pérdida por falta de la recuperación de alguna de ellas; tratándose de bien es inmuebles, generalmente se obtiene utilidad por el incremento de valor que frecuentemente tienen.
En el resto del activo, el resultado dependerá de la justeza y propiedad de la depreciación acumulada, y del grado de conservación de los bienes.
En el pasivo pueden surgir diferencias por ajuste de monedas extranjeras, intereses acumulados no contabilizados, derechos en beneficio del personal no registrados en libros y otras obligaciones respecto a las cuales no se hayan constituido los pasivos correspondientes.
Todas estas situaciones deben reflejarse adecuadamente en el proceso de liquidación, para lo cual puede establecerse una cuenta de «resultados en liquidación», a la cual se acreditarán los beneficios que se obtengan en la realización del activo y las reducciones que puedan obtenerse en el pago del pasivo, por liquidarlo anticipadamente.
Por el contrario se cargará con las pérdidas que se sufren en la realización del activo, con los pasivos no registrados o los ajustes que en más deban hacerse a los que figuran en libros y con los gastos incurridos en el curso de la liquidación.
Si se prefiere, en vez de manejar todos estos conceptos por medio de una cuenta, pueden establecerse cuentas específicas, una para registrar las utilidades en la liquidación, otra para reflejar las pérdidas y una tercera para contabilizar los gastos de la liquidación.
Este procedimiento requiere que estas tres cuentas se salden posteriormente por la de «resultados de liquidación», la cual a su vez, se presentará como complemento del capital social, disminuyéndolo o aumentándolo según se sufra pérdida o se obtenga utilidad en este último proceso, para concluir con la vida de la sociedad.
Etapas para la liquidación:
a) La preparación del balance inicial de liquidación.
b) La realización del activo, el pago del pasivo y el registro de los gastos originados por la liquidación.
c) La preparación del estado de resultados de liquidación.
d) El balance final de liquidación.
e) Los asientos necesarios para el cierre de los libros.
Fuente: Apuntes de Contabilidad de sociedades de la Unideg