Propiedades relacionadas con el cuidado y conservación
Como las fibras de lana no son estables, las telas son propensas a encogerse. La estructura molecular algo amorfa de la lana permite que las moléculas de agua penetren y cuando esto sucede, la fibra se hincha y las cadenas moleculares se deforman con facilidad.
Enfieltrado: El enfieltrado, una propiedad única e importante de la lana, se basa en la estructura de escamas de la fibra. Bajo una acción mecánica, como agitación, fricción y presión en presencia de calor y de humedad, la fibra de lana tiende a moverse hacia la raíz y los bordes de las escamas se enganchan, evitando que la fibra regrese a su posición original en la tela. Como resultado, se produce un encogimiento de enfieltrado de la tela.
El movimiento de las fibras se acelera y el enfieltrado es más rápido bajo condiciones severas o extremas. Una tela de lana se puede encoger hasta la mitad de su tamaño original.
La lana de cordero se enfieltra con mayor facilidad que otras. En las telas suaves y esponjosas, las fibras no están firmemente sujetas en una posición y son libres de moverse, de manera que estas telas son más susceptibles al enfieltrado que los tejidos peinados compactos.
La característica de enfieltrado es una ventaja cuando se trata de elaborar fieltro directamente de las fibras sin hilar o tejer, pero es una desventaja porque hacen más difícil el lavado de la lana. Los tratamientos que evitan el encogimiento por enfieltrado se basan en el principio de alisar los bordes ásperos de las escamas.
Batanado: Es un proceso de acabado de las telas en que éstasse lavan en una solución jabonosa concentrada y se exprimen entre rodillos de madera. Para encoger la tela y cerrar el tejido por acercamiento de los hilos.
Después del batanado la tela tiene más cuerpo y cubre más. El encogimiento depende de la acción del calor y de la humedad sobre la estructura de la molécula y también de la estructura de las escamas. El proceso de batanado no debe confundirse con el enfieltrado, que es una característica.
Conformación de las telas de lana: Las telas de lana pueden ser conformadas por medio de calor y de humedad, una ventaja definitiva en la sastrería. Las pinzas se planchan y el exceso de tela se corta, después se plancha en plano o se redondea conforme haga falta. Los pliegues se planchan por medio de calor, vapor o presión pero no permanecen después de lavado.
Los enlaces de hidrógeno se rompen por la acción de l calor y la humedad, de manera que la estructura de la lana se puede reformar por la acción mecánica de la plancha o prensa. Simultáneamente el calor seca la lana y se forman nuevos enlaces de hidrógeno en su estructura, a medida que el agua escapa como vapor. Los nuevos enlaces de hidrógeno mantienen la lana con la nueva forma, siempre y cuando la humedad sea baja.
Cuando la humedad es alta o si se moja la lana con agua, los nuevos enlaces de hidrógeno se rompen y la estructura molecular toma de nuevo su forma anterior. Esta es la razón por la que las prendas conformadas por planchado pierden los pliegues o se arrugan y presentan un encogimiento por relajamiento cuando se humedecen.
Se puede lograr un “planchado” permanente de la misma manera, utilizando los mismos productos químicos que se aplican al ondulado permanente del caballo. El acabado Si-Ro-set desarrollando en Australia utiliza el tioglicolato de amonio.
La tela se rocía o se sumerge en el producto químico y después se acomoda en la forma que se desea, vaporizándola o planchándola con vapor durante cierto tiempo. En esta conformación o planchado, los enlaces de cistina se rompen liberando los dos átomos de azufre y se forman nuevos enlaces.
Otro acabado que elimina el efecto de la humedad en el lavado es el acabado Wurlan, desarrollado por Western Utilization Research and Development Laboratory en Albany, California. Se aplica una solución de tipo poliamid a que forma una capa microscópica sobre las superficies de las escamas y las protege.
Efecto de los ácidos:En general, la lana es resistente a los ácidos minerales, pero se descompone en ácido sulfúrico caliente. Los ácidos se utilizan en la fabricación de telas de lana para eliminar las impurezas de celulosa, como hojas o arcillas que se encuentran en la tela después de tejida. Este tratamiento se conoce como carbonización.
Los ácidos también se utilizan para activar los puentes salinos y establecer puntos en que puedan fijarse los colorantes.
Efecto de los álcalis: La lana es muy sensible a la acción del álcali. La prueba del álcali se utiliza para identificar la fibra de lana, no só lo en telas de lana 100 por ciento sino también en mezclas. La prueba es simple y es posible hacerla en forma doméstica utilizando lejía, que se compra en cualquier supermercado.
– Utilizar una solución de lejía al 5 por ciento.
– Calentar a ebullición una cucharada de lejía por pinta de agua en un recipiente de vidrio o granito.
– Sumergir una tira de la tela o algunos hilos.
La lana reacciona con el álcali volviéndose amarillenta, después se hace pegajosa y toma el aspecto de una jalea y por último se disuelve. Si la tela es una mezcla, la lana se desintegra dejando solamente las otras fibras.
Para lavar las fibras de lana en rama, se utilizan álcalis suaves con agua tibia o fría, y así eliminar la grasa. También se utilizaban disolventes para lavar en seco.
Efecto de los disolventes orgánicos: La lana tiene buena resistencia a los disolventes para lavado en seco.
Efecto de las polillas: La lana es atacada por las larvas de polillas y otros insectos. La forma más efectiva de evitar el daño por polillas se alterar la estructura molecular de la fibra.
El proceso de repelencia a las polillas consiste en romper en la forma química el enlace de cistina ( -S -S -) y volver a formarlo como un enlace (-S –CH 2 -S -).
o el comportamiento químico de la fibra de lana.
Fuente: Apuntes de Fibras materiales textiles de la Unideg