Cortinas para la Recamara
Esta pieza no puede tener el carácter frío, inhóspito e impersonal de una habitación de hotel; el dormitorio debe ser la pieza del hogar más personal y reposada y en la que cada miembro de la familia puede expresar su individualidad y gustos, guardar sus recuerdos, desenvolver sus aficiones, cultivar sus entretenimientos, aislar sus intimidades y, por encima de todo, dormir y descansar tranquilamente.
Al proyectar el dormitorio se hace preciso estudiar y comprender a la persona o personas que habrán de ocuparlo, capacitarse del uso de la habitación, analizar si esta es solo para dormir o habrá de ser utilizada como lugar de lectura, estudio, entretenimiento, labores, etc.
Definir su cualidad femenina, masculina, o mixta cuando haya de ser ocupado por un matrimonio y capacitarse del carácter alegre y externo, o silencioso y reservado de quienes habrán de usarlo.
A la persona alegre le agradan los efectos extremados y los esquemas muy activos; a la retraída le gustan los quietos y desea contar con armarios para guardar sus libros o colecciones; el tipo intermedio solo requiere un trato de elementos y factores equilibrados. Cuando sean dos las personas será preciso adaptarse a los dos conceptos, si estas son diferentes.
Fuente: Apuntes de Confección de blancos y tapicería de la Unideg