Provenzal
Contrariamente a la creencia tan generalizada que ha dado en llamar provenzal a todo lo que recuerda en algo a los clásicos franceses, dicho estilo (1610-1815) es netamente campestre y rústico en extremo; toma su nombre de provenza, provincia de Francia cuyo capital es marsella.
Los muebles provenzales fueron inspirados en los de la corte y los palacios franceses, que los campesinos trataban de copiar, sin contar con los recursos ni los materiales necesarios.
En este esfuerzo resultaban frecuentemente piezas burdas, que si bien no era lo que se pretendía, sí alcanzaba una gracia especial por lo espontáneo y lo ingenuo.
Los muebles de este estilo son sobre todo de uso práctico.
Está integrado por sillas con tejido de paja en el asiento, bancos gabinetes, mesas y apagadores con trasero para loza, así como roperos con patas cabriolé y puertas con paneles de aspecto muy agradable.
El acabado de la madera se lograba a base de cera. Son característicos de este estilo, mueblecitos como cajas para sal, para pan, para cuchillos y para pipas, muy graciosas y decorativas.
Fuente: Apuntes de Confección de blancos y tapicería de la Unideg