Importancia de la lectura rápida
La lectura es un proceso complejo que implica un movimiento de los ojos y un proceso mental que transforma los símbolos en significado. Al analizar los mecanismos de la percepción visual es evidente que el ojo no realiza movimientos regulares sino discontinuos, es decir, recorre la línea verificando una serie de saltos y pausas. La lectura sólo se produce durante estas pausas que denominaremos “puntos de fijación”. La duración y número de los “puntos de fijación” varían según cada individuo y la complejidad del texto.
Para unir dos puntos de fijación, los ojos realizan un movimiento de izquierda a derecha llamado “salto de ojo”. El “movimiento de retorno”, en cambio, es el que efectúan al terminar un renglón y comenzar con el siguiente. Otra tendencia común es la “regresión” que consiste en volver atrás para releer.
Un concepto fundamental al que haremos referencia es el de “campo visual” que definimos como todo aquello que puede observarse al detener la vista en un punto fijo. Existen dos tipos de visión: central o periférica. La primera es aquella que se enfoca sobre un punto, es más nítida pero de escasa amplitud. La segunda posee mayor alcance y es la que nos permite percibir lo que circunda al punto fijo.
La lectura rápida no es una lectura descuidada ni atropellada. Se confunde la rapidez con el apresuramiento. En realidad, el lector veloz es un lector activo, alerta y eficiente. Busca siempre las ideas importantes y los elementos de estructura y organización que le ayudarán a comprender mejor el significado de lo que está leyendo. Por constante, el lector lento suele vagar en sus pensamientos, esto se debe al hecho de leer por debajo de su capacidad para estar alerta e interesado por la lectura.
El lector veloz puede detenerse tan frecuentemente como el lector lento. El lector veloz terminará la lectura primero y recordará más que el lector lento y además podrá releer el texto con mayor facilidad. La lectura veloz es una herramienta muy útil para avanzar con mayor rapidez en los cursos que ofrecen los sistemas abiertos de educación. El propósito último de la lectura es intelectual y emocional. Pero los estimulantes de esta actividad mental, las palabras y pensamientos del autor, se transmiten al cerebro mediante un proceso físico. Así pues, la lectura es también una actividad muscular en la que se logrará mayor éxito con cierto adiestramiento y práctica.
Los problemas que afectan la lectura rápida y su solución
Se puede leer mejor conociendo los factores psicológicos que influyen en la lectura y que consideraremos más adelante. Por ahora, recuerde la importancia de estos elementos:
1. Problemas visuales: debemos consultar a un especialista ya que pueden generar una limitación importante.
2. Salud y nervios: deben estar en condiciones óptimas de manera que propicien la lectura. Es inútil que lea si se encuentra nervioso, alterado o con fatiga. Es preferible un breve descanso o practicar ejercicios de relajación para iniciar la lectura en un estado receptivo óptimo.
3. Movimiento de la cabeza: la lectura la realizan los ojos, por lo tanto no es necesario mover la cabeza para leer. Por el contrario, dicho movimiento influye negativamente pues exige una mayor coordinación.
4. Iluminación: debe ser adecuada y el foco de luz debe estar ubicado a la izquierda, lo que produce una mejor visibilidad.
5. Posición del cuerpo: la posición correcta es sentado, con la cabeza apoyada sobre el respaldo de la silla, en forma erguida. Cada tanto es conveniente realizar pequeños ejercicios (caminar, moverse, etc.).
6. Posición del libro: debe ser colocado sobre un atril que posea una inclinación de aproximadamente 45º. Fuentes: tecnicas-de-estudio.org / ilvem.com