Lesiones deportivas ligamentosas
Son producidas por un mecanismo de distensión que sobrepasa la capacidad de movimiento de la articulación.
Grado I (ESGUINCE).
Se produce una distensión de fibras ligamentosas en un 5% más de su capacidad de estiramiento. Aparentemente está intacto, mientras que microscópicamente presenta hemorragia y desgarros. Los más frecuentes son el de tobillo por inversión (ligamento lateral interno) y rodilla.
a) Síntomas:
– Dolor.
– Contractura muscular refleja.
– Ligero edema.
– No equimosis.
– Dolor al estiramiento forzado.
– Test de inestabilidad negativo.
b) Tratamiento:
RICE:
– Reposo.
– Ice (hielo en inglés).
– Compresión.
– Elevación.
Hay curación espontánea y el tratamiento consiste en el reposo de la actividad deportiva.
Grado II
Se mantiene la continuidad del ligamento, con rotura o desinserción. El ligamento está elongado o desinsertado y no asegura la estabilidad.
a) Síntomas:
– Dolor.
– Edema.
– Equimosis.
– Test de inestabilidad positivo.
– Impotencia funcional.
– Derrame articular a tensión.
b) Tratamiento:
– RICE en la pista.
– Inmovilización durante 4 semanas, aunque existen vías paralelas a la medicina occidental, que unidas a la técnicas de fisioterapia, pueden reducir esta duración.
Grado III
Se trata de una lesión grave con rotura total cápsula-ligamentosa, con desinserción completa e inestabilidad.
a) Síntomas:
– Dolor intenso y continuo desde el primer momento.
– Hematoma subcutáneo no a tensión.
– Bostezo articular.
b) Tratamiento:
– RICE en la pista.
– El tratamiento siempre será quirúrgico.
Advertencias
– En las primeras 24-48 horas está totalmente contraindicado la aplicación de masaje de ningún tipo sobre la estructura lesionada en los esguinces más graves.
– Nunca utilizar una técnica si no estas seguro de saber hacerlo y de que tienes que hacerla en ese momento.
Fuente: Primeros auxilios y vendajes personales del curso de entrenadores nivel II