Entorno y oportunidad macroeconómica

¿Cómo influyen las expectativas y las políticas nacionales e internacionales en el desempeño de la empresa?

La interdependencia en la actividad económica de los países, la creciente movilidad y libre circulación de capitales, el incremento del comercio internacional y de la competencia en los mercados locales, el nuevo papel del estado en el ámbito económico de la sociedad, son todos signos económicos de nuestros tiempos.

La correcta lectura de los mismos y su adecuada interpretación son fuente de información o portuna y, por lo tanto, valiosos en el proceso de toma de decisiones.

Empezaremos por el elemento referido a las regulaciones estatales de la actividad económica que existen en toda sociedad. Son tres los ámbitosde la actividad económica de un país en donde la intervención estatal es más común: i. En situaciones de monopolio, ii. Ante la existencia de externalidades, y iii. Cuando existe «información imperfecta».

En el capítulo referido a estructuras de mercado se repasaron las razones que justifican la intervención estatal en caso de prácticas monopólicas. Además de esos casos, hay también participación de alguna autoridad estatal para efectos de regular externalidades.

Éstas ocurren cuando la producción o consumo de un bien o servicio produce efectos, adversos o benéficos, sobre otros individuos, y que no se reflejan en el precio de los productos.

El caso más gráfico de externalidad negativa es lacontaminación; pero también existen externalidades positivas como lo es la educación básica impartida por el sector público.

Por otra parte, el combate de la información imperfecta se fundamenta, por lo común, en la necesidad de defender a los consumidores de abusos comerciales, con este fin se promulgan leyes, reglamentos y se arman organizaciones con capacidad jurídica para actuar en la procuración del consumidor.

Para los efectos de nuestro Análisis de Pertinenciadebe tenerse presente que la existencia de regulación económica en una determinada rama o giro económico influirá invariablemente en los márgenes de maniobra de la empresa, inclusive mediante controles de precios y/o cantidades, barreras jurídicas de entrada, disposiciones condicionantes de la calidad de los productos, etc. que resultaran normalmente en la distorsión —mayor o menor— de las señales propias del mercado y del sis tema de precios.

La liberalización de la economía es otro elemento clave para el entendimiento de las condiciones en que se desenvuelven los negocios actualmente.

Podemos afirmar que, por regla general, en todo mercado en que se instrumenta una apertura —tanto comercial como productiva— se consiguen disminuciones sustantivas en los precios, aumento de las cantidades suministradas al mercado, mejoras en la calidad de los bienes y/o servicios, presiones para el ajuste de costos de los productores en lo individual y disminuciones en los márgenes de beneficio al interior de la industria.

Todo proceso de liberalización económica, cuando és ta es recíproca, implica también oportunidades de acceso a nuevos mercados y mejora las posibilidades de realizar alianzas estratégicas en términos comerciales. Para el empresario, una liberalización económica debe significar la necesidad de identificar todas las posibles fuerzas y debilidades que resulten, para la empresa en lo particular, ante la liberalización de la industria en que se encuentra.

La evaluación del entorno y oportunidad macroeconóm ica debe detenerse también en el grado de libertad económica que al interior mantiene una economía nacional. És ta es una valoración que normalmente hace la diferencia entre invertir en una región o en otra, en un país o en otro, con socios nacionales o con extranjeros.

La libertad económica se entiende principalmente co mo libertad de elección del consumidor, pero es también libertad para producir un bien u otro, para dejar de ser compradores y volverse vendedores de un producto específico, libertad de los propietarios de recursos –entre ellos el dinero– para emplear es os recursos como mejor les convenga, i.e. en las inversiones más rentables. Por otro lado, el gobierno estará interesado en establecer «reglas del juego» para que esa libertad no distorsione su control sobre el desempleo, la inflación, la estabilidad social, etc .

Al tomador de decisiones le compete entonces ponderar las situaciones resultantes de esa interacción entre gobierno y empresas, gobierno y propietarios de recursos, propietarios y consumidores, consumidores entre sí.

El nivel de competencia es otro indicador importante de las condiciones del entorno macro. El Tomador de Decisiones con Sentido Económi co sabe que la competencia no se remite solamente a los precios, sino también a las características y diferenciación de los productos, a la capacidad de promoción y venta, al desarrollo de empaques y marcas; que la competencia también incluye servicios como los de mantenimiento, los refaccionarios y el crédito.

Este nivel de competencia es dependiente de la libertad de entrada de nuevos participantes a un mercado específico. Cuando los posibles participantes están restringidos por resoluciones legales o por obstáculos institucionales para una industria determinada, las condiciones en que se encuentran quienes ya participan en ese mercado son muy especiales: también ahí habrán de encontrarse las ventajas y las desventajas para la empresa en lo individual.

La estabilidad de los precios es también una señal importante para evaluar correctamente el entorno económico que vive la empresa. La tasa d e crecimiento del nivel general de precios, mejor conocida como inflación, es una referencia indispensable para decidir sobre la estrategia de la empresa, toda vez que el crecimiento en precios repercute tanto directa como indirectamente en la operación de la misma.

Primero, porque si aumentan los precios de otros bienes que demanda el consumidor, su capacidad de compra se verá cada vez más disminuida y terminará comprando menos, incluso delos productos que no han modificado sus precios.

Y segundo, porque el incremento generalizado de precios siempre se traducirá, tarde o temprano, en un ajuste de costos, pues no olvidemos que las empresas también actúan como demandantes en algunos mercados.

Fuente: Apuntes de Economía administrativa de la Unideg