Determinantes de la elasticidad del precio
Demanda de la industria. ¿Por qué la elasticidad de precio de la demanda es alta para un producto y baja para otro? En general, hay tres causas principales para las elasticidades diferenciales respecto del precio:
1) la medida en la cual un bien se considera como una necesidad,
2) la disponibilidad de bienes sustitutivos que satisfagan la necesidad percibida y
3) la proporción del ingreso que se gastará en el producto.
Una cantidad relativamente constante de necesidades, tales como la sal y la electricidad para propósitos de alumbrado residencial, se compran casi independientemente del precio, al menos dentro de límites de precio que se encuentren en forma habitual.
Para estos bienes no existen sustitutivos cercanos. Otros bienes —las uvas, por ejemplo— aunque son deseables, se enfrentan a una competencia considerablemente mayor, y la demanda por dichos bienes dependerá mucho más del precio.
De igual manera, la demanda por bienes de precio elevado que den cuenta de una alta parte de los ingresos de los compradores será relativamente sensible al precio.
Por otra parte, la demanda por productos menos costosos no será tan sensible al precio —el pequeño porcentaje de ingresos que se gasta en estos bienes significa que sencillamente no valdrá la pena gastar tiempo y energía preocupándose por los precios.
En consecuencia, la elasticidad de la demanda será más alta en el caso de artículos importantes y será más baja en el caso de artículos de menor importancia. Por ejemplo, la elasticidad de la demanda respecto del precio para automóviles será alta, en tanto que para los fósforos será baja.
Demanda de la empresa. ¿Son las elasticidades de precio de la curva de demanda de una empresa individual iguales a las de la curva de demanda de su industria respectiva? En general, la respuesta es un no enfático. La razón de esto se expone en el capítulo 9, el cual trata de la estructura de mercado, pero en este momento se puede dar una explicación intuitiva.
En un monopolio puro, la curva de demanda de la empresa también es la curva de demanda de la industria, por lo cual resulta obvio que la elasticidad de la empresa a cualquier nivel de producción sea igual a la de la industria.
Considérese el otro extremo —la competencia pura tal como lo ejemplifica la cosecha de trigo. La curva de demanda de la industria del trigo tiene una pendiente declinante: cuanto más bajo sea su precio, mayor será la cantidad de trigo demandada.
Sin embargo, la curva de demanda a la que se enfrente cualquier granjero individual de trigo será horizontal. Un granjero puede vender cualquier cantidad de trigo al precio actual, pero al elevar el precio en la fracción más pequeña de un centavo quizá no logre vender nada.
La curva de la demanda de un granjero de trigo —o la de cualquier empresa que opere bajo una competencia pura— es, por lo tanto, perfectamente elástica.
Fuente: Apuntes de Economía administrativa de la Unideg