¿Qué aporta el análisis de indiferencia al conocimiento de la demanda?
El análisis de indiferencia consiste básicamente en la medición de lo que los consumidores quieren, y lo que los consumidores pueden adquirir en el mercado.
De tal forma, el análisis de indiferencia se compone por un lado de una curva de indiferencia (lo que quiere el consumidor) y de una línea de presupuesto (lo que puede el consumidor) por el otro.
Una curva de indiferencia no es más que la resultante de agregar el conjunto de canastas o combinaciones de artículos en las cuales el consumidor puede obtener el mismo nivel de satisfacción.
Mientras que la línea de presupuesto describe la capacidad de compra del consumidor, determinada por su nivel de ingreso y por los precios que tienen los artículos que compra en el mercado.
El análisis de indiferencia demuestra que los deseos y las preferencias de un consumidor pueden representarse en una o varias curvas de indiferencia.
A este conjunto de curvas se le llama mapa de indiferencia, y se adiciona la línea de presupuesto asociada a la capacidad de compra del consumidor, que incluye las restricciones por ingreso y por precio.
Puede entonces obtenerse un punto de equilibrio entre lo que el consumidor puede y quiere de un bien o de una combinación (canasta) de bienes. Este equilibrio puede ser modificado por el Efecto Sustitución y/o el Efecto Ingreso.
El Efecto Sustitución consiste en que, al disminuir el precio de un bien (ceteris paribus) su precio relativo también desciende. El Efecto Ingreso se observa cuando, al bajar el precio de un producto, los consumidores pueden, con el mismo nivel de ingreso, adquirir los bienes y servicios que normalmente compran más una cantidad extra.
Toda la Teoría Económica moderna de la demanda está basada en el hecho de que puede haber combinaciones alternativas (canastas) de bienes o servicios ante las cuales el consumidor se manifestará indiferente.
Fuente: Apuntes de Economía administrativa de la Unideg