Análisis de la demanda de los consumidores
La lógica de los consumidores
Como ha quedado dicho en nuestra aproximación previa a los mercados, en el capítulo el funcionamiento de los mercados, es necesario comprender primero la determinación de la demanda y de la oferta por separado, para luego encontrarlas ambas en la interacción funcional que presentan en el mercado.
Nuestro interés en este punto es el de obtener, del conjunto amplio de la Teoría Económica, los elementos apropiados en orden al entendimiento del actuar del consumidor, para luego, en el conocimiento de las motivaciones de dicho comportamiento en el mercado, poder tomar acciones que promuevan el mejor posicionamiento y la más amplia participación de la empresa en este último.
¿Tienen los consumidores un comportamiento común cuyo conocimiento resulte útil para la empresa?
Sabemos que detrás de la demanda existente en el mercado para un producto cualquiera, se encuentra un consumidor. Este consumidor actúa de ordinario en apego a unos criterios, patrones de comportamiento y hábitos de consumo que bien podemos llamar la lógica del consumidor.
Existen diversas teorías importantes que explican de forma conceptualmente consistente el hecho de que la relación entre las cantidades demandadas en el mercado de un producto determinado y el precio del mismo sea inversa: a mayores precios menores cantidades demandadas, y a menores precios mayores cantidades demandadas.
Entre esas teorías están dos con particular afinidad para nuestro objeto de estudio:
i. el análisis de la utilidad y
ii. el análisis de la indiferencia. Ambas teorías nos permiten mostrar cómo un consumidor alcanza una situación de equilibrio en la cual está completamente satisfecho con sus compras, esto es, se encuentra en un punto en que obtiene el máximo de bienes posibles acordes con su nivel de ingreso.
Toda la teoría del comportamiento del consumidor está basada en el concepto de utilidad. Podemos entender como utilidad (o utilidad-satisfacción), a la capacidad que tienen los bienes para satisfacer las necesidades humanas.
Fuente: Apuntes de Economía administrativa de la Unideg