El costo del dinero en el tiempo
El costo del dinero en el tiempo es precisamente el costo de oportunidad del dinero, es decir, el poder generador de utilidades que el dinero tendría ahora mismo, o en un plazo determinado a futuro, en el mejor uso alternativo al cual no se le puede destinar por ocuparlo en un uso específico.
Hay la necesidad de referirnos a un elemento de importancia sustantiva: la tasa de interés. La tasa de interés representa un precio, es el precio del capital financiero.
El mismo concepto puede verse desde dos ópticas: es el factor que debe pagarse por disponer de un capital determinado —visión del deudor—, y es al mismo tiempo el factor que se recibe si se destina un capital propio a una inversión determinada —visión del acreedor—.
Siempre que se evalúa la posibilidad de invertir en una opción determinada se debe tener en cuenta el precio del capital financiero, esto es, el costo del dinero.
Aquí se debe apuntar una importante diferencia entre los activos que tiene la empresa en forma de dinero, y los activos que se tienen de cualquier otra forma (terrenos, maquinaria, el nivel de instrucción de los empleados) en referencia al costo de oportunidad.
El costo de oportunidad de optar por un uso determinado de cualquier activo está dado por la mejor opción alternativa que se tenga para su uso. Pero cuando no hay una mejor alternativa tampoco existe un costo de oportunidad relevante.
Ahora bien, cuando la empresa mantiene activos en forma de efectivo siempre está pagando un costo de oportunidad, pues el dinero en todo caso tiene un uso alternativo: la opción de prestarlo en un mercado de capitales que paga constantemente una tasa mayor o menor pero de riesgo mínimo.
El tiempo también es un elemento relevante. Esto es así porque el precio del capital financiero (la tasa de interés) es mayor o menor en función del plazo al que se invierte.
Un mayor plazo es un mayor precio, esto es, una mayor tasa de interés, y viceversa. De tal forma que una inversión a un plazo dado debe compararse con una alternativa real (esto significa que sea una inversión igualmente accesible) con un riesgo similar y a un plazo igual.
El dinero invertido en los inventarios de materias primas es un muy buen ejemplo, este dinero podría ganar intereses y dividendos si se invirtiera fuera de la empresa.
Tomando en cuenta el valor del dinero en el tiempo, los costos e ingresos que se tienen en diferentes momentos al mantener un inventario específico deben ajustarse al valor equivalente del dinero invertido en ellos con respecto a una inversión alternativa antes de llevar a cabo cualquier decisión, determinando antes la rentabilidad real de mantener ese inventario.
Fuente: Apuntes de Economía administrativa de la Unideg