El papel de la economía en la resolución de los problemas de la empresa
La Economía proporciona el marco teórico para el análisis de problemas en la toma de decisiones; los instrumentos y las técnicas de análisis que se derivan de la Teoría de Decisiones son los medios para construir modelos de decisión, analizar los efectos de las alternativas de acción, y evaluar los resultados de la toma de decisiones.
El desarrollo de la Dirección con Sentido Económico ha sido estimulado por las crecientes presiones ejercidas para conseguir una toma de decisiones más efectiva en el ámbito corporativo y también en el ámbito gubernamental.
La identificación de las causas de las inadecuaciones pasadas y la formulación de enfoques para superarlas han permitido importantes progresos en tal campo.
Los avances resultantes no sólo mejoran la aplicabilidad directa del análisis económico a nivel de toma de decisiones, sino que pueden reforzar, también, la estructura teórica de la Economía cubriendo los vacíos que hay detrás de sus modelos y conceptos generales.
La empresa constituye, en términos económicos, una entidad inmersa en un amplio y complejo sistema: el mercado.
Cada empresa, convenientemente dirigida, es capaz de organizar la producción de determinados bienes y servicios, abasteciéndose de los recursos necesarios para este proceso y coordinando una diversidad de actividades, a fin de satisfacer los deseos y las necesidades de los consumidores.
La empresa, en una economía de mercado, representa la causa eficiente de la mejora continua y del desarrollo de la calidad en los productos.
La operación de la empresa, como institución económica, queda estrechamente relacionada con el comportamiento y la interacción ejercida por los demás elementos del mercado en el que se encuentre.
Es de esperarse, por tanto, que el estudio del carácter económico de la empresa considere algunas de las principales decisiones que en ella se toman.
Las decisiones que implican, por ejemplo, la fijación de los precios de los productos, la elaboración de pronósticos y presupuestos, el aprovechamiento de los insumos, el análisis de las relaciones costo-producción, la asignación de presupuestos, la expansión de las actividades corporativas, etc., deben ser tratadas al analizarse la dimensión económica de la empresa.
En última instancia, economizar no es más que una elección continua entre diversas posibilidades, la Economía es en el fondo -en palabras de Wilhelm Ropke– «la teoría de la elección entre alternativas».
La dirección debe tomar en cuenta y decidir bajo diferentes escenarios, sobre cuestiones en donde pudieran presentarse situaciones tales como el control de precios, la regulación de impuestos, las tasas de interés, la evolución de la inflación, el desempleo, entre muchas otras, lo cual requiere de una adecuada base económica sobre la cual partir.
La aplicación de la Teoría Económica permite obtener información suficientemente valiosa como para reducir la incertidumbre sobre el entorno y evaluar el comportamiento y la eficiencia económica de la empresa.
En este sentido, la teoría de la economía permite disminuir en gran medida los riesgos implícitos y medulares de la actividad empresarial, pero su aportación no se queda ahí.
Es además un instrumento que potencia las capacidades de quien dirige, al respaldar su más amplia y básica unción de tomador de decisiones, esto porque el sentido práctico de los principios económicos fundamentan esa función.
Aunque nos referiremos fundamentalmente a los aspectos microeconómicos que se relacionan con la toma de decisiones en la empresa, convendrá conocer algunos elementos básicos referentes a la Ciencia Económica, con la finalidad de identificar sus posibilidades reales, su objeto de estudio, su método, la relación entre la teoría y la práctica y el funcionamiento de los mercados para ahí ubicar a la empresa y al tomador de decisiones.
Fuente: Apuntes de Economía administrativa de la Unideg