¿Deberían existir las utilidades superiores a las normales?
Si una empresa está ganando utilidades superiores a las normales, ¿debería permitirse que continuara esta situación?.
O ¿debería gravarse fiscalmente al granjero exitoso hasta el punto en que sus utilidades después de impuestos disminuyan hasta el nivel de los demás granjeros que han tenido menos éxito? ¿Debería forzarse a Xerox a que cediera sus patentes a sus competidores, provocando con ello que surgiera una fuerte competencia en el mercado de copias más pronto de lo que sucedería de otra forma? ¿Debería dividirse General Motors, ya que tiene una ventaja de costos en el mercado de automóviles debido a sus economías de escala en la producción y distribución de autos, y que por lo mismo tiene una posición dominante en el mercado?
Ciertamente se encontrarían dificultades en cada una de estas acciones. Los granjeros eficientes tendrían pocas motivaciones para ser tan productivos; Xerox y otras empresas tendrían menos razones para innovar sus productos; y las economías de producción y distribución en masa se perderían si General Motors y otras empresas de gran tamaño se dividieran.
Sin embargo, en la economía se practican ciertas acciones (pero no tan extremosas) para disminuir las utilidades excesivas.
Los granjeros ostentosos, así como los médicos, los abogados y otros individuos que a menudo obtienen rendimientos superiores a los normales provenientes de la prestación de servicios personales, se encuentran fiscalmente gravados en base a tarifas progresivas.
Las patentes expiran después de un tiempo, y entonces se usan contratos de concesión de licencias de operación para reducir el poder monopolista de los tenedores de las patentes.
Las leyes antimonopolistas se aplican para evitar la colusión y la fijación de precios por parte de empresas oligopolistas de gran tamaño.
Algunas empresas monopolistas, tales como las compañías de servicios públicos, son reguladas para evitar que carguen precios exorbitantes y que ganen tasas de rendimiento excesivas.
Estos procedimientos y otros similares han evolucionado a lo largo de los años para ayudar a reducir las esigualdades manteniendo al mismo tiempo el sistema utilitarista que proporciona un incentivo para la innovación y para la eficiencia productiva, y que funciona como un distribuidor de recursos escasos.
Fuente: Apuntes de Economía administrativa de la Unideg