Introducción a primeros a los primeros auxilios
En primer lugar, conviene dar un concepto claro y simple de lo que son y lo que buscan las Técnicas de Primeros Auxilios, para situar así el parámetro en que nos encontramos y los objetivos que se pueden pretender alcanzar.
Las Técnicas de Primeros Auxilios consisten en esa primera ayuda, imprescindible y necesaria, que se desarrolla en favor de una o varias víctimas, afectadas súbitamente por una lesión o un accidente, con el fin de evitar que empeore su estado psico-físico, y prestar las atenciones iniciales y precisas, encaminadas a resolver esa situación, por grave que sea.
En segundo lugar, se impone exponer el concepto de urgencia, dentro del cual pueden comprenderse las Técnicas de Primeros Auxilios cuando se han producido, de por medio, daños personales.
Urgencia, podría definirse como toda situación anormal en la que se ha generado un peligro o se ha materializado un daño en bienes y personas, y que requiere la puesta en funcionamiento de uno o varios protocolos de emergencia para su propia y efectiva resolución.
Estos protocolos son sistemas de actuación, establecidos tras un estudio de las diferentes situaciones de urgencia que puedan darse, y que han de seguirse de manera puntual y ordenada, para asegurar así la neutralización del peligro o el cese de los daños en el menor tiempo y de la manera más efectiva posible.
Son estos protocolos los que establecen el orden de prioridad en la asistencia a las víctimas, pero siempre se ha de contar con el análisis previo, que haga el socorrista o la persona encargada de activar el sistema de emergencia, con respecto a la situación a resolver, eligiendo bajo su criterio el protocolo más adecuado para alcanzar dicha meta.
Es aquí, en los criterios de elección, donde nos debemos centrar ahora, y enumerar una relación (no cerrada) de principios que han de guiarlos:
a. No correr peligros innecesarios, ser conscientes de nuestras limitaciones y no ejecutar acciones temerarias.
b. Pedir ayuda siempre, aportando toda la información de importancia, de forma breve y concisa, y solicitando los recursos que, a nuestro juicio, puedan ser necesarios para llevar a buen término la urgencia.
c. Seguir los protocolos de emergencia.
d. Ser la primera línea de ayuda, mantener la seguridad y estabilidad dentro de lo posible, y resistir lo que razonablemente se pueda.
e. Mantener la serenidad y sangre fría, pero la mente despierta.
f. Actuar según la gravedad y prioridades que la urgencia nos imponga.
Ante todo accidentado se debe conocer que tenemos la obligación de auxiliarle primero “por solidaridad” y segundo, “por precepto legal”.
Es conveniente que conozcamos que las medallas de protección civil sólo son otorgadas a título póstumo.
Fuente: Manual de socorrismo y primeros auxilios