Escenarios futuros de la evolución de la cubierta forestal en el país

Análisis recientes acerca de posibles escenarios futuros del sector forestal(Masera, 1995; Bellóne et al, 1994) permiten establecer una clara disyuntiva: Continuar con las tendencias actuales y perder el 50% de los bosques existentes para el año 2030 con el consecuente aceleramiento del proceso de deterioro ambiental local (erosión, pérdida de recarga de acuíferos, etcétera) y global (emisiones de CO2).

Hacer un cambio radical de estrategia y convertir al sector forestal en fuente de divisas, empleo y grandes beneficios ambientales.

Con esta estrategia se conseguiría un aumento neto de la superficie forestal a largo plazo.

Los elementos generales de esta última estrategia son:

1) considerar tanto las necesidades de los usuarios de los bosques como las del sector industrial, de manera que México sea autosuficiente en productos forestales y exista incluso un remanente para exportación;
2) dar énfasis al manejo de los bosques naturales para la producción de madera en rollo; impulsando en estas áreas el aprovechamiento de especies de hoja ancha y maderas comunes tropicales. (recordemos que en México prácticamente el 100 % del aprovechamiento forestal se realiza en bosques naturales);
3) apoyar la recuperación de las áreas forestales degradadas y el crecimiento económico del sector forestal mediante el fomento de plantaciones forestales comerciales para producción de pulpa y plantaciones energéticas para producción de electricidad. Estas plantaciones se establecerían exclusivamente en las zonas forestales perturbadas;
4) desarrollar un intenso programa de reforestación y recuperación de otra porción de las áreas degradadas, basado en el establecimiento de especies nativas;
5) dedicar un mínimo del 10% de la superficie actual por tipo de bosque para fines de conservación de la biodiversidad empleando esquemas que brinden beneficios económicos a los pobladores cercanos a estas áreas y
6) garantizar el uso sostenible de la leña, con énfasis en las regiones con mayor escasez del energético.

Las opciones que se consideraron para lograr estos objetivos incluyen:

1) conservación de áreas naturales protegidas;
2) manejo de bosques naturales templados y tropicales;
3) promoción de estufas eficientes de leña para cocción doméstica; programas de restauración forestal;
4) plantaciones forestales para pulpa y papel;
5) plantaciones energéticas y
6) sistemas agroforestales.

Los aspectos más interesantes de la estrategia alternativa propuesta son, por un lado, demostrar que el deterioro de los bosques de México no tiene que seguir necesariamente un proceso irreversible. Por otro lado, se demuestra que existen formas de conseguir un balance entre conservación forestal y desarrollo económico.

En efecto, al brindar beneficios netos tangibles para los encargados de llevar a la práctica las diferentes opciones y actuar con una visión de largo plazo, se evitan contradicciones de fondo entre los objetivos locales (tales como obtención de ingresos por el manejo forestal) y los globales (como la captación de carbono o la biodiversidad).