Factores abióticos y bióticos en el ecosistema
Los factores que inciden sobre un ecosistema se clasifican en factores no vivos o abióticos, y factores vivos o bióticos. Recordemos que el ecosistema es la unidad fundamental de la biosfera y representa un nivel de organización que funciona como un sistema donde se manifiestan en forma conjunta los factores abióticos y bióticos, respectivamente.
Si examinamos con cuidado los factores que se manifiestan en un ecosistema, notaremos que existen factores abióticos físicos (luz, electricidad, temperatura, presión y radiactividad, entre otros) y factores abióticos químicos inorgánicos y orgánicos (humedad, composición de la atmósfera, nivel de acidez medido con base en la escala del pH, salinidad y elementos químicos libres.
Entre los compuestos orgánicos que inciden en el ecosistema tenemos desde el reservorio natural del suelo («humus») hasta los hidrocarburos, insecticidas, los plaguicidas y otros que pueden representar Fuentes químicas contaminantes capaces de causar mutaciones, reacciones cancerígenas, reacciones mortales o reacciones teratogénicas, las cuales modifican el desarrollo normal de un organismo vivo.
El suelo litosfera como hábitat
Respecto a los factores bióticos en el ecosistema incide toda la escala biológica de los seres vivos, desde los unicelulares y sin núcleo celular, hasta los unipluricelulares con núcleo celular.
A su vez, en la figura se observan las interacciones de los factores abióticos y bióticos del ecosistema, y que todos los organismos vivos del ecosistema dependen del Sol como fuente de energía que permite la fotosíntesis y, por tanto, el inicio del flujo de nutrimentos en el ecosistema.
Este flujo es cerrado por los reductores, que se encargan del reciclaje de todos los cadáveres o residuos orgánicos, para convertirlos en materiales biodegradados, que se reintegran al ecosistema en forma mineral y vuelven a ser útiles a los productores.
Además, los seres vivos se ven afectados por factores abióticos como la temperatura, la luz, el agua, el tipo de suelo, el viento, la acidez del hábitat, la radiactividad y la presencia de residuos químicos contaminantes o no contaminantes, entre otros.
Algunos de los factores abióticos físicos que ejercen mayores efectos en el ecosistema son la luz solar, la temperatura, la composición de la atmósfera, la presión atmosférica o del agua (según se trate de un ecosistema terrestre o acuático) y, finalmente, el clima, las coordenadas geográficas del hábitat, es decir, composición con respecto al mar y al ecuador, que se expresa como altitud y latitud.
La influencia de la temperatura en los diversos animales en su ciclo de vida, ya que cada animal pasa toda su vida o periodo específico de ella a ciertas temperaturas y tiene una respuesta especial de estimulación en límites definidos de temperatura.
Respecto a la luz solar , ya hemos mencionado que la fuente primaria de energía del ecosistema y los seres vivos la utilizan a partir de la fotosíntesis. Los procesos energéticos no presentan una eficiencia del 100 % o sea, parte de la energía usada se transforma en calor; otra parte es utilizable.
En los seres vivos, la energía aprovechable se almacena en las células en forma de trifosfato de adenosina (ATP), que contiene una considerable cantidad de kilocalorías en su estructura química utilizada por los seres vivosconsiderable cantidad de kilocalorías en su estructura química utilizada por los seres vivosn las reacciones biológicas. Cabe destacar que ningún proceso de aprovechamiento de energía es eficiente al 100%.
La luz solar utilizada está integrada por la fracción correspondiente a la luz visible compuesta por los colores violeta, azul, verde amarillo y rojo. Este tipo de irradiación es captado por los organismos fotosintéticos, quienes aprovechan la energía para sintetizar compuestos orgánicos como los azúcares de la caña de azúcar, las grasas de girasol y el ajonjolí o las proteínas del fríjol de soya. Finalmente, estos compuestos forman parte del tejido vegetal, el que a su vez servirá de alimento a todos los demás organismos vivos no fotosintéticos que habitan la Tierra.
Otro elemento de los factores abióticos químicos en la composición química del medio hábitat o sustrato. El sustrato puede ser terrestre, acuático o aéreo y se habla recientemente de una nueva rama de la biología, la microbiología, que estudia la diversidad de la vida (algunas algas, bacterias, esporas de hongos. etc.) que se desarrollan particularmente en el aire de las ciudades muy contaminadas.
Clasificación de los animales, según su temperatura corporal