La evaluación como elemento de control
Establecer controles involucra un marco de incertidumbre en cuanto a los resultados finales. Debido a esa incertidumbre, la administración ha llegado a la conclusión de que conviene efectuar revisiones periódicas de los diversos controles.
Por tanto, habrá que dar contestación a las interrogantes siguientes:
a) ¿El o los controles operan como se esperaba?
b) ¿La inversión en los controles es compensada con los resultados alcanzados?
c) ¿Será necesario efectuar una revisión del sistema de control?
d) ¿Qué medidas hay que tomar para estudiar los controles?
En el momento de elaborarse y de ser puestos en práctica, los sistemas pueden ser apropiados y funcionar satisfactoriamente, pero con el tiempo y sobre todo debido a los cambios de importancia que experimente la organización, siempre encontraremos la necesidad de realizar modificaciones en los sistemas.
Cualquiera que sea el tipo de organización, los procedimientos y las funciones básicas deberán someterse a una continua revisión y evaluación, porque las deficiencias localizadas en las políticas, los procedimientos, las estructuras orgánicas y los controles pueden provocar fuertes pérdidas.
Un control adecuado, coordinado con las demás áreas funcionales, disminuirá los problemas que por lo común existen en toda organización.
La evaluación constituye un elemento esencial, porque permite conocer la medida y el modo en que se van alcanzando los objetivos.
Esto identifica incongruencias, desviaciones, deficiencias, incumplimientos y diferencias en el desarrollo y el resultado de las acciones, lo cual hace posible adoptar las recomendaciones a que haya lugar.
Fuente: Apuntes de Auditoria de la Unideg