Aromaterapia
La aromaterapia es una de las posibilidades de tratamiento medicinal que se valen del reino vegetal. Mediante la extracción de aceites esenciales de diversas plantas aromáticas, se configura un espectro de esencias que tienen el potencial de aliviar una cantidad de males que pueden aquejar el cuerpo o el espíritu de una persona. Estas sustancias actúan directamente en el plano emocional y fisiológico del individuo a través del olfato y de la piel mediante unciones, baños y masajes.
El uso de aceites vegetales no es algo que haya surgido recientemente. Los orígenes de esta práctica se remontan por lo menos a 3500 años antes de la era cristiana, cuando se usaron como cicatrizantes, aromatizantes y protectores contra malos espíritus en la cotidianidad y también durante ritos y ceremonias religiosas.
Muy pronto el hombre descifró los poderes mágicos y curativos que las plantas poseían y desde ese momento pasaron a formar parte inseparable de la historia de la humanidad. La aromaterapia moderna nació a principios del siglo XX, cuando el químico francés René Maurice Gatefosse la incorporó a la medicina natural. El aceite esencial es el líquido que está presente en pequeñas gotas en el interior de la planta. Existen varios métodos para extraer estos aceites. El más sencillo, y quizás el más antiguo, es el de recoger la planta en el momento en que presente más fragancia y sumergirla en un recipiente de vidrio lleno de aceite vegetal, para luego exponerlo al sol durante una o dos semanas.
Para extraer aceites de frutas como el limón, la naranja o la bergamota (variedad de pera), se utilizan unas máquinas especiales que ejercen presión sobre las cáscaras para que exuden su aceite. Actualmente el método más utilizado y efectivo es el de la destilación con vapor. Consiste en la colocación de la planta sobre un recipiente en el que se calienta agua. El vapor circula a través de la planta llevándose el aceite y luego es recogido en un tubo de vidrio con forma de espiral que enfría el vapor, lo condensa y lo deposita en otro recipiente. Finalmente el aceite se separa del agua y es recolectado pordecantación.
Estos son los aceites esenciales más usados en la actualidad:
– Canela. Esta corteza de árbol se utiliza para aliviar el estrés, el cansancio y el reumatismo. Se considera que estimula el apetito sexual y las facultades mentales. Además funciona como antiséptico y previene gripes y resfríos.
– Cedro. El aceite que se extrae de la madera del cedro funciona como calmante y tónico respiratorio. Se usa para combatir la caspa, la caída del cabello y otras afecciones del cuero cabelludo y la piel. También es un sedante efectivo.
– Eucalipto. Es un potente antiséptico y descongestionante del aparato respiratorio. Se usa en fricciones para aliviar la gripe y se atomiza para desinfectar el ambiente.
– Jazmín. El aceite esencial de esta flor es un efectivo antiséptico, analgésico y expectorante. También es un antidepresivo natural que puede producir el optimismo o euforia en el sujeto. Un baño de jazmín puede aliviar problemas menstruales y espasmos musculares.
– Lavanda. Elimina tensiones, dolores de cabeza, mejora depresiones e insomnios. Aplicada sobre la piel alivia el acné, las alergias, las quemaduras y jaquecas. El aceite puede funcionar como repelente de insectos, así como para aliviar las picaduras.
– Limón. Es un aroma purificante, refrescante, antiséptico, antidepresivo y analgésico. Se añade a otras composiciones aromáticas para realzar características de frescura y vivacidad.
– Menta. Los rasgos terapéuticos más importantes del aceite esencial de la menta, son los de ser un estimulante mental que despeja el cerebro y los pensamientos. Además se puede usar para mantenerse despierto y para remediar el síndrome del viajero o jet-lag. También sirve para aliviar los dolores estomacales, las palpitaciones, los nervios, las neuralgias, indigestiones y flatulencias.
– Romero. Se utiliza sobre todo en el cuidado de la piel, ya que activa la regeneración celular, actuando como cicatrizante y curando manchas o trastornos de la dermis. Es un estimulante cardíaco, hepático y biliar. Se dice que mejora la memoria y despeja la mente.
– Rosa. Es un poderoso calmante y tonificante de propiedades muy sensuales. Un masaje con aceite de rosas mejor la digestión y la circulación, combatiendo problemas menstruales, digestivos, estreñimientos o úlceras. Un baño con esencia de rosas elimina el estrés, la depresión y el insomnio.
– Sándalo. Propicia la meditación, la relajación, la armonía. Tiene un efecto muy positivo en la sequedad de la piel y otros problemas dermatológicos como el acné o la caspa.
– Tomillo. Previene las infecciones porque refuerza el sistema inmunológico, purifica los pulmones y estimula la circulación sanguínea. Es un efectivo remedio contra la tos y el asma. Al igual que el romero, mejora la memoria y la claridad mental.
Los aceites esenciales se aplican de diferentes maneras, pero los medios más utilizados son los baños y los masajes. Para usarlos durante un baño, disuelva de 3 a 5 gotas del aceite esencial en una bañera con agua y sumérjase por 15 ó 20 minutos. Para aplicarlos durante un masaje, disuelva 3 ó 5 gotas de la esencia en aceite especial para masajes.
Los aceites esenciales nunca deben ingerirse ni aplicarse sobre la piel en forma directa, pues muchos de ellos pueden ser irritantes o tóxicos. Para usarlos con seguridad, consulte primero con un terapeuta experto o con su médico, ya que estos aceites pueden producir efectos adversos.
Fuente: Fuente: Basado en el manual de estética y cosmetología de Nellys Gil de Zalaya