Las mareas un movimiento de tipo gravitatorio
Origen de las mareas
La atracción Tierra-Luna-Sol provoca movimientos verticales de las aguas y da lugar a las mareas y al movimiento de las masas oceánicas. Las mareas provocan también movimientos horizontales, como las corrientes de marea.
En general, las mareas son consecuencia de la atracción que la Luna ejerce sobre la Tierra, y, en mucha menor medida, de la del Sol. Cálculos realizados demuestran que deben considerarse otros efectos. La teoría de la resonancia explica que los pequeños abombamientos de las aguas producidos por la Luna experimentan rebotes sucesivos en los litorales que los amplifican notablemente. Esta amplificación está en relación con la configuración de las cuencas, que determinan las posibilidades de vibración de las aguas.
La deformación elipsoidal de la Tierra es consecuencia de la acción de la fuerza centrífuga y la gravitación entre la Tierra y la Luna. La fuerza resultante no es igual en todos los puntos, siendo mayor en el lado de la Tierra más cercano a la Luna, y de esta forma se pondrá de manifiesto la marea según el balance de ambas fuerzas.
La elevación de las mareas se producirá en el lado de la Tierra más cercano a la Luna (es mayor la fuerza gravitatoria) y en el opuesto (donde es mayor la fuerza centrífuga). Los valores máximos se alcanzan cuando Sol, Luna y Tierra están en línea recta (mareas vivas). Por el contrario, cuando se encuentran en cuadratura las fuerzas se contrarrestan y las mareas se reducen al mínimo (mareas muertas).
Tipos de mareas
A lo largo del día cualquier punto de la Tierra se alinea dos veces con la Luna, con lo que se registran en un día dos mareas altas y dos bajas. Hay algunas variaciones que dan lugar a la distinción de tres tipos de mareas:
– Mareas diurnas: poco comunes. Cuentan con un sólo ascenso (flujo) y un sólo descenso (reflujo). Pueden encontrarse en el Golfo de México y en mares parcialmente cerrados.
– Mareas semidiurnas: dos ciclos completos al día, casi de igual magnitud. Es frecuente en el Atlántico.
– Mareas mixtas: dos flujos cada 24 horas, pero pueden ocurrir varias cosas: que un ciclo sea tan bajo que el reflujo siguiente apenas muestra su descenso, o que una marea baja sea tan alta que el flujo siguiente apenas muestra variación. Son comunes en el Pacífico y el Índico.
Ritmo de las mareas
El ritmo de las mareas se retrasa al día 50 minutos debido al movimiento de rotación de la Luna alrededor de la Tierra. Las tierras responden también a las mareas mediante las mareas terrestre.
Amplitud de las mareas
La amplitud de las mareas es variable según las zonas, y en general son sensibles a los contactos con la plataforma continental, orillas, bahías, etc. Suelen ser máximas en los bordes de las cuencas, siendo muy reducidas en islas oceánicas aisladas o en mares cerrados.
Corrientes de marea
La fuerza de atracción es causa también de movimientos horizontales denominados corrientes de marea, que pueden alcanzar velocidades de hasta 18 km/h. Las más veloces se forman donde el mar tiene acceso al océano a través de un paso angosto o en puntos con gran diferencia entre las horas de la marea. La importancia de estas corrientes se centra en las condiciones de navegación y en sus repercusiones en el relieve submarino.
Consecuencias de las mareas
Las mareas tienen consecuencias geográficas:
– Interés biogeográfico: modificación en la vertical de las condiciones ecológicas para flora y fauna.
– Interés para la navegación: acciones a favor (si pleamar, sí entrada a estuarios) y en contra (en bajamar, no).
– Interés pesquero: la bajamar facilita la pesca e crustáceos.
– Interés energético: se aprovecha su fuerza motriz.