Conmensurabilidad
Dos períodos orbitales, cuya relación es igual a un número entero pequeño, son definidos comensurables o en resonancia.
Por lo tanto, la comensurabilidad es una relación particular entre los períodos orbitales de dos o más cuerpos celestes.
Las consecuencias dinámicas que se manifiestan entre dos cuerpos con períodos orbitales conmensurables son en realidad notables: de hecho llegarán a ocupar periódicamente la misma posición relativa a lo largo de sus propia sórbitas, influyéndose recíprocamente desde el punto de vista gravitacional.
Situaciones de este tipo se han encontrado en el cinturón de los Asteroides, donde todos aquellos cuerpos que tenían períodos orbitales conmensurables con Júpiter han sido expulsados, dando lugar a vacíos llamados «lagunas de Kirkwood» por el nombre del astrónomo que las estudió.
También la división de Cassini se debe a efectos de conmensurabilidad entre las partículas que componen los anillos y el planeta.
En astronomía, dos objetos en órbita, como por ejemplo planetas, satélites, o asteroides, presentan una conmensurabilidad 1 si el cociente de sus respectivos períodos orbitales puede escribirse bajo la forma de un número racional. 2
Por ejemplo, los períodos de revolución de Neptuno y de Plutón son conmensurables: su resonancia orbital es de 2:3. Otro ejemplo, los exoplanetas Gliese 876 b y Gliese 876 c son conmensurables con una relación orbital de 2:1.