Astrolabio

El astrolabio es un antiguo instrumento astronómico ideado probablemente por los griegos y utilizado por los árabes, los persas y los europeos, como ayuda en la navegación hasta el siglo XVIII, época en la cual es sustituido, por el más preciso sextante.

AstrolabioEstá compuesto por un disco metálico que tiene grabada sobre el borde una circunferencia graduada de 0 O a 360O; en una banda más interior, una circunferencia subdividida en las 24 horas del día; en la parte central, una proyección de la esfera celeste en un plano paralelo al ecuador.

Un segundo disco, denominado red, superpuesto al primero, sirve como mapa de las estrellas más brillantes, ya que está provisto de varios índices cada uno de los cuales indica la posición de una estrella y el nombre correspondiente. Aún superpuesta a la red hay una lanceta, llamada regla, cuya extremidad se superpone a las escalas graduadas.

En la parte posterior del instrumento hay una escala para medir los ángulos en grados y un brazo móvil para la señalización. Sujetando el astrolabio por e lanillo, suspendido en posición vertical, y manipulando adecuadamente las diversas partes, pueden medirse la altura de las estrellas en el horizonte y la hora del lugar de observación.

Los ejemplares más antiguos de astrolabios conservados en los diversos museos, se remontan al año 1000 y son de fabricación árabe.

El astrolabio es un antiguo instrumento que permite determinar la posición de las estrellas sobre la bóveda celeste. La palabra astrolabio procede etimológicamente del griego ἀστρολάβιον, que puede traducirse como «buscador de estrellas». El astrolabio era usado por los navegantes, astrónomos y científicos en general para localizar los astros y observar su movimiento, para determinar la hora local a partir de la latitud o, viceversa, para averiguar la latitud conociendo la hora. También sirve para medir distancias por triangulación.

Los marineros musulmanes a menudo lo usaban también para calcular el horario de oración y localizar la dirección de la Meca. Durante los siglos XVI a XVIII, fue utilizado como el principal instrumento de navegación, hasta la invención del sextante, en 1750.