Educación especial en niños autistas
El autismo es un trastorno del desarrollo, permanente y profundo. Afecta a la comunicación, imaginación, planificación y reciprocidad emocional. Los síntomas, en general, son la incapacidad de interacción social, el aislamiento y las esterotipias (movimientos incontrolados de alguna extremidad, generalmente las manos). El bebé autista puede pasar desapercibido hasta el cuarto mes de vida; a partir de ahí, la evolución lingüística queda estancada, no hay reciprocidad con el interlocutor, no aparecen las primeras conductas de comunicación intencionadas (miradas, echar los brazos, señalar)
Su origen obedece a una anomalía en las conexiones neuronales que es atribuible, con frecuencia, a mutaciones genéticas. El autismo no tiene cura.
La educación de un niño representa siempre un desafío, pero intentar llegar a un niño autista con algún problema de aprendizaje puede resultar particularmente complicado. Pero del mismo modo que resulta difícil, educar a un niño autista de manera efectiva no es imposible si se cumple con unos pocos y simples lineamientos.
Uno de los puntos a destacar es que los niños autistas son generalmente renuentes a aceptar cambios en sus vidas. Ellos tienden a rechazar intensamente los cambios, y por esta razón es importante tener una rutina bien organizada en lo que respecta a métodos de enseñanza. En el caso de las maestras de escuela, es indudable que tienen una rutina preestablecida. Pero para un padre que enseña a su hijo en casa puede resultar complicado establecer y mantener una rutina.
En cuanto a entorno de aprendizaje se refiere, el que rodee a un niño autista debe ser simple y organizado. Evite las imágenes visuales que pudieran distraerlo a menos que fueran relevantes para la lección en cuestión. Ya que los niños autistas suelen sobre estimularse muy fácilmente, estos elementos de distracción competirán con la lección por la atención del niño.
También podría ser una buena idea incorporar diversas herramientas en el método de enseñanza. No es un secreto que algunos niños responden mejor a ciertos medios que a otros. Esto también sucede con los niños autistas, con la diferencia que estas disparidades se ven acentuadas, razón por la cuál es importante encontrar el modo de enseñanza que mejor resulte para su niño. No se sorprenda si descubre que el mejor método resulta ser el visual.
A veces, el ofrecer simples ilustraciones o símbolos representativos relacionados con el tema que se está enseñando, puede ser un camino exitoso para llegar a un niño autista.
También deberá otorgarle al niño autista suficiente tiempo y espacio para procesar la información que le está enseñando. Este punto es especialmente importante si el niño se muestra frustrado o al límite de perder la paciencia. Apártese del tema, ya sea presentándole uno diferente o tomando un descanso. Una vez que el niño ha tenido tiempo suficiente para procesar la información, usted podrá continuar con la lección, probablemente con mejores resultados. Insistir cuando un niño autista se encuentra frustrado sencillamente no funciona, y debe evitarse.
Ofrecer alternativas representa también un buen modo de estimular un entorno interactivo de aprendizaje. Presentar sólo una respuesta y preguntarle al niño si es correcta o incorrecta, no es conveniente. Presente un grupo de respuestas y pídale al niño que escoja la que considera correcta. Con este mecanismo usted podrá mantener bajo control los sentimientos del niño y reducirá el riesgo de manifestaciones explosivas de frustración.
A pesar de que enseñar a niños autistas puede resultar complicado, no es imposible. Aplicando las claves anteriormente mencionadas, usted tendrá un excelente comienzo para una práctica exitosa. Fuentes: Wikipedia.org / lazarum.com