Tratamiento corporal vendas calientes y frías
Es un tratamiento reafirmante que combate el aspecto de la piel, elimina células muertas, permite una mayor oxigenación, evita la deshidratación; también actúa en el ámbito muscular, por lo que luego de aplicarla mejora la musculatura, estimulando la circulación sanguínea. Las vendas calientes son utilizadas para aumentar la temperatura local, de manera que se acelere el consumo de calorías y movilización de los lipocitos. La piel absorbe en el tiempo de exposición las sales minerales que efectúan rompimiento de enlaces lipídicos. El vendaje favorece el modelado del cuerpo.
El procedimiento es el siguiente:
– se aplica a la persona a tratar un masaje reductivo,
– seguidamente un gel de vendas calientes,
– se cubre con una manta (preferiblemente térmica) por espacio de 15 minutos.
El tratamiento de vendas calientes antecede al de vendas frías. Por lo cual, al retirar las vendas calientes, se aplica a la persona un gel frío, preparándolo así para el tratamiento siguiente.
La función de las vendas frías es trabajar la elasticidad de la piel, y como dijimos anteriormente, se aplica después de las vendas calientes. Las vendas frías actúan bajando la temperatura corporal obligando al organismo a realizar un esfuerzo para volver a su temperatura normal, es en este proceso que se quema gran cantidad de calorías. Este tratamiento actúa muy favorablemente en la grasa localizada en ciertas áreas del cuerpo como abdomen, muslos, brazos, doble papada y cintura. Las vendas frías ayudan a tratar esas zonas donde es difícil bajar el volumen de grasa, compactando y disminuyendo la flacidez.
Al aplicar las vendas frías, se dejan accionar por espacio de 25 minutos.
Fuente: Basado en el manual de estética y cosmetología de Nellys Gil de Zalaya