Tratamiento antiarrugas
La inevitable aparición de arrugas debida al progresivo envejecimiento de la piel, puede retrasarse o suavizarse con la aplicación de tratamientos específicos. El tratamiento antiarrugas, llamado también de nutrición o vitalizador, está indicado para todo tipo de pieles con tendencia a las arrugas y para pieles ajadas y desvitalizadas. Este tratamiento proporciona una correcta nutrición de la piel, con lo que esta se regenerará más rápidamente.
Los productos indicados para el tratamiento antiarrugas serán ampollas biológicas, serums embrionarios, células frescas, etc. Estos productos deberán ser siempre acuosos o lechosos, nunca aceitosos, si queremos ionizarlos. La frecuencia debe ser de 4 a 6 tratamientos por año, dependiendo del problema. Las sesiones serán diarias o alternas (hasta 12 en total).
Existen numerosos tratamientos antiarrugas adaptados a cada tipo de piel y los vamos a separar en 2 grupos:
– En primer lugar, los tratamientos tópicos y cremas antiarrugas que podemos comprar libremente en farmacias y otros puntos de venta especializados, que ayudan a disminuir las arrugas y sobretodo a prevenirlas.
– Y por otro lado, tenemos la cirugía estética que es un tratamiento más efectivo y duradero, aunque con ciertos riesgos y más costoso. Antes de acudir a esta vía consulta con un especialista médico.
Fases del tratamiento
– Desmaquillaje de la piel.
– Tonificación con la aplicación de un tónico hidratante.
– En el caso que la piel contenga impurezas, se procede a un cepillado con movimientos circulares.
– Masajes con cremas especiales regeneradoras, nutritivas, etc., utilizando movimientos de: abanico cruzado, remociones, palmadas, orbiculares y lisajes calmantes y sedantes.
– Aplicación de corrientes de alta frecuencia, durante dos minutos. Tonificar con tónico hidratante.
– Aplicar ampollas ionizables por toda la cara. La potencia que deberemos dar al proceso de ionización dependerá de la sensibilidad cutánea de la persona a tratar.
– Se procederá luego a la aplicación de una mascarilla hidratante o regeneradora a base de extractos titulares o fitoestimulinas de doce a quince minutos. Retirar la mascarilla y limpiar con agua templada.
– Tonificar con ducha filiforme a la que se añade un tónico hidratante a base de oligoelementos reafirmantes.
– Para finalizar se extiende una base hidratante de protección, con movimientos suaves y ascendentes en la cara y descendentes en el cuello.
Fuente: Basado en el manual de estética y cosmetología de Nellys Gil de Zalaya