Almacenamiento de productos hortofrutícolas primera parte

Si la producción agrícola ha de almacenarse, es importante que el producto de partida sea de primera calidad. El lote ha almacenar debe estar libre de daños o defectos y los recipientes que lo contengan deberán estar bien ventilados y ser lo suficientemente resistentes para soportar el apilado.

En general, las técnicas adecuadas de almacenamiento incluyen el control de la temperatura, humedad relativa, circulación de aire y el dejar suficiente espacio entre los envases para una ventilación adecuada, así como evitar la mezcla de productos incompatibles.

Los productos que se almacenan juntos deberán tolerar la misma temperatura, humedad relativa y cantidad de etileno en el ambiente del almacén.

Las mercancías con alta producción de etileno (como plátanos o bananas, manzanas y melones maduros) pueden estimular cambios fisiológicos en otras mercancías sensibles al etileno (como las lechugas, pepinos, zanahorias, papas y camotes) dando origen a cambios en color, aroma y textura.

El control de la temperatura durante el almacenamiento se puede facilitar si las construcciones son de forma cuadrada en lugar de rectangular.

Los edificios rectangulares tienen más área de pared por pie cuadrado de espacio de almacenamientos y por lo tanto más calor es conducido a través de las paredes, haciendo entonces más costoso su enfriado.

El control de la temperatura también se ve auxiliada por el sombreado de los edificios, el pintado de los almacenes de color blanco que ayuda a reflejar los rayos del sol y el empleo de sistemas de aspersión en los techo de los almacenes para el enfriamiento evaporativo.

La Organización para la Agricultura y Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) recomienda la utilización de ferrocemento para construir las estructuras de los almacenes en regiones tropicales, con paredes gruesas que proporcionen un buen aislamiento.

Se pueden construir cámaras de refrigeración de bajo costo usando cemento para los suelos y espuma de poliuretano como material de aislamiento. La construcción de las cámaras en forma de cubo reducirá el área de superficie por unidad de volumen del espacio del almacén, abatiendo así los costos de construcción y refrigeración.

Todas las juntas deben ser cuidadosamente calafateadas y la puerta debe tener un sello de hule alrededor de los bordes. Mientras se produce el enfriamiento del producto, el sistema de ventilación debe proporcionar un flujo de aire de 100 cfm/ton (5 l/seg/ton).

Una vez que el enfriamiento termina, el flujo de aire se reduce a la mínima velocidad necesaria para mantener frío el producto (20 a 40 cfm/ton es generalmente suficiente, de acuerdo con Thompson et al. 1998).

Cuanto mayor sea el área del serpentín del evaporador, menor será la diferencia de temperatura entre él y la cámara, y menor la humedad perdida por el producto a medida que se enfría. (Para más información ver Thompson et al. en Kader, 2002).

Las instalaciones ubicadas a mayores altitudes pueden ser efectivas, dado que la temperatura del aire disminuye a medida que aumenta la altitud. En las grandes altitudes son más viables el enfriamiento por evaporación, el nocturno y el enfriamiento por radiación.

El almacenamiento subterráneo de las cosechas de cítricos es común en el sur de China, mientras que en el noroeste las manzanas se almacenan en cuevas (Liu, 1988). Este sistema fue ampliamente usado en los Estados Unidos a principios del siglo XX.

Ciertos productos, como las cebollas y ajos, se conservan mejor en ambientes de baja humedad relativa. El curado de estas cosechas, que permite secar las capas externas de tejido antes del almacenamiento y manejo, las protegerá de podredumbres y posteriores pérdidas de agua.

Las cámaras para refrigerar construidas comercialmente pueden ser bastante caras, pero afortunadamente un distribuidor a pequeña escala tiene muchas posibilidades.

Las cámaras de refrigeración pueden ser auto-construidas, compradas como unidades prefabricadas (nuevas o usadas) o hechas a partir de equipos de transporte como vagones de tren, remolques de trailers o contenedores marítimos.

Para una información más detallada sobre la determinación del tamaño de la cámara de refrigeración que mejor se adecue a su operación o para la evaluación de las diferentes opciones en la compra o construcción de una cámara fría, puede consultar:

Thompson, J.F. and Spinoglio, M. 1994. Small-scale cold rooms for perishable commodities. Family Farm Series, Small Farm Center , University of California , Davis .

La composición del aire en el medio de los almacenes puede controlarse mediante un aumento o disminución de la ventilación (introducción de aire fresco) o mediante el uso de absorbentes de gas como el permanganato de potasio o el carbón activado.

El almacenamiento en atmósferas controladas o modificadas a gran escala requiere tecnología compleja y personal entrenado; sin embargo, existen algunos métodos simples para el manejo de los productos en volúmenes pequeños.

Fuente: Técnicas de Manejo Poscosecha a Pequeña Escala de la Universidad de California