Manejo en destino de producto

Cuando se manipulan los productos en el lugar de destino, es importante evitar el manejo rudo, reducir el número de etapas y mantener la temperatura más baja posible.

Si el producto se almacena antes de la venta, tanto los mercados mayoristas como los detallistas requieren cámaras limpias y bien aisladas.

Dado que una gran variedad de mercancías se maneja simultáneamente en este punto, es importante recordar no mezclar aquéllas con diferentes requerimientos de temperatura o almacenar productos sensibles al etileno con otros que lo generan.

El apilado de recipientes no uniformes debería hacerse con cuidado a fin de evitar aplastar los empaques menos resistentes.

Antes de que el producto se venda al consumidor, el comerciante pudiera necesitar una selección atendiendo a la calidad o, al menos, para eliminar cualquier producto dañado o podrido de forma que el producto se vea más atractivo.

Si la madurez no es uniforme, una selección en el lugar de destino puede permitir al vendedor poner un precio más alto para el producto de mejor calidad.

Si el producto manejado es climatérico y se cosechó antes de su maduración de consumo (bananas, jitomates, aguacates, mangos), es posible que el distribuidor del punto de destino desee la maduración de la mercancía antes de la venta al público.

A veces, productos como las bananas o plátanos se dejan madurar de forma natural a temperatura ambiente. Si las bananas se cubren con un plástico, esto ayudará a la maduración más uniforme del lote (PHTRC, 1984).

La colocación de un respiradero (un tubo apropiado) en el centro de la pila de fruta a madurar puede reducir el sobrecalentamiento durante la maduración y, consecuentemente, incrementar la vida útil.

La introducción de gas etileno o de compuestos liberadores de etileno en un ambiente de almacenamiento especial (conocido como cuarto o cámara de maduración, dependiendo del tamaño) es un modo más efectivo de asegurar una maduración uniforme.

Las temperaturas de los mostradores o de los refrigeradores de exhibición de los supermercados deberán ser adecuadas al producto en venta.

Por ejemplo, los pimientos y jitomates o tomates parecen deliciosos cuando se presentan con la lechuga, pero aquéllos son sensibles al daño por frío mientras que ésta no.

La nebulización de productos que toleran el agua en la superficie (lechuga, brócoli, cebollas verdes) con agua limpia y fría mantiene una humedad relativa alta en el entorno del producto.

Los mercados al aire libre tienen los inconvenientes de la falta de control de temperatura y la alta circulación de aire, que puede llevar a desecar el producto, traduciéndose en arrugamientos y marchitamiento.

Este tipo de mercados pueden beneficiarse de las zonas más sombreadas y de la protección de los vientos dominantes.

Finalmente el distribuidor en el punto de destino puede ayudar a reducir pérdidas futuras manteniendo buenos registros de las fuentes de pérdidas acaecidas durante la venta al por mayor o al por menor (Kasmire & Ahrens en Kader, 1992).

La identificación de las causas de las pérdidas debidas a daños mecánicos, deterioro o enfermedad, defecto o exceso de maduración, permite al gestor proporcionar a los proveedores de producto una información útil para la mejora de la calidad.

Fuente: Técnicas de Manejo Poscosecha a Pequeña Escala de la Universidad de California