Enfoque utilitarista de la educación

A veces los padres tratan de motivar a sus hijos en el estudio con esta recomendación: “Tienes que prepararte para ser un hombre de provecho”. Esta preparación se puede concretar en estos aspectos:

1.- Ser buen estudiante, obtener calificaciones sobresalientes y llegar a ser el primero de la clase. Al mismo tiempo evitar otras actividades que pudieran distraer al estudiante del objetivo de ser hombre de provecho.
2.- Sacar una carrera universitaria -y posteriormente un buen máster- que tenga prestigio profesional, buena remuneración y una colocación estable a corto plazo.
3.- Adquirir otras habilidades interesantes como la informática, el dominio del inglés y algún otro idioma.

En primer lugar hay que decir que estos objetivos son valiosos y recomendables para cualquier persona: ser buen estudiante, sacar una carrera universitaria y aprender informática e idiomas. Lo negativo es enfocar la educación de los hijos sólo en este factor de éxito social. Sería reducir la persona a estudiante y el estudiante a “empollón”. Sin abandonar las metas anteriores, también hay que pretender que el chico sea un buen hijo, un buen compañero, un buen cristiano, que sepa pensar con criterio personal, que desarrolle su voluntad, que aprenda a trabajar bien y que sepa descansar y divertirse honestamente. A un buen estudiante se le podría decir:

En segundo lugar, el objetivo utilitarista de conseguir a toda costa el éxito en los estudios no siempre se consigue porque no todos los estudiantes pueden ser el número uno de la clase, ni todos logran terminar una carrera universitaria. Pero aunque se consiguiera esa meta, habría que preguntarse: ¿es suficiente eso para alcanzar una vida plena? ¿realmente ha sido una preparación completa para la vida? La respuesta es negativa porque los objetivos señalados anteriormente de formar a la persona en su conjunto cuentas tanto o más que conseguir el éxito académico.

El hombre se prepara para la vida no sólo acumulando muchos conocimientos, sino adquiriendo hábitos positivos y responsabilidades en otros ámbitos: en la familia, en las amistades, en el trabajo profesional y en el resto de las relaciones sociales.

Fuente: aplicaciones.info