Recubrimientos chapeados de alta calidad
Estos se utilizan a veces para mejorar la resistencia a la corrosión de fatiga; pero deben seleccionarse y aplicarse cuidadosamente.
Los recubrimientos anódicos con respecto al metal básico tienen las mayores probabilidades de provocar dificultades, debido al peligro que representan los defectos mínimos en los recubrimientos, con la aceleración asociada de la corrosión.
Con frecuencia se acumula hidrógeno en el metal chapeado o en el básico, como resultado de la limpieza con ácidos antes de la deposición del recubrimiento metálico, lo cual constituye una causa de dificultades en ciertos tipos de recubrimientos.
Los metales depositados como recubrimientos en ciertos baños pueden desarrollar grandes esfuerzos residuales de tensión, que son perjudiciales tanto para la resistencia a la fatiga como para la resistencia a la corrosión de fatiga.
Los inhibidores son productos químicos que, al añadirse a los medios corrosivos, los vuelven inertes o que, cuando se aplican a la superficie de un metal, reaccionan para producir pasivación. Si se añaden cantidades insuficientes de inhibidores, de tal modo que el sistema esté sólo parcialmente protegido, es probable que la corrosión se intensifique y pueden resultar picaduras y daños graves.
Esta dificultad puede superarse, ajustando la concentración del inhibidor utilizado. Los aceites solubles añadidos a los sistemas de enfriamiento de los automóviles forman emulsiones de aceite y agua, que depositan una película aceitosa por toda la superficie del sistema.
Debido a la carga que llevan, las partículas de aceite son atraídas hacia las zonas anódicas, que es donde son más necesarias.
Otros inhibidores parecen tener eficacia al retrasar ya sea la reacción catódica o la anódica. Por ejemplo, el fosfato de sodio es eficaz para proteger al acero contra el ataque del agua, provocando la formación de una película adhesiva y pasiva de Fe2O3 en el ánodo.
En el agua debe haber suficiente oxígeno presente para que el fosfato de sodio sea eficaz. En algunos casos, ciertos aniones complejos se fijan firmemente al ánodo formando, en efecto, una película pasiva.
Otros inhibidores dan buenos resultados, porque forman una película catódica a través de la cual no fluyen con facilidad los electrones y el oxígeno, de modo que se retardan las reacciones catódicas.
Fuente: Apuntes de Ciencia de materiales de la UNIDEG